Todos conocen a Justin Bieber, un canadiense que alcanzó la fama luego de llamar la atención de Scooter Braun en 2008. Al lanzar su álbum debut, el éxito tocó a su puerta. Sin embargo, poco se habla de las grandes dificultades que pasó su madre por muchos años. Sigue leyendo para descubrir esta dura historia, te advertimos que te tocará el corazón.
La madre de Justin Bieber se llama Patricia Mallette, mejor conocida como Pattie. Logramos conocer su historia gracias a su libro, 'Nowhere But Up: The Story of Justin Bieber's Mom'. En dichas páginas, se narra sobre su infancia, adolescencia, adultez y, finalmente, el proceso de sanación. Empieza a contar a partir de los 2 años, que fue cuando observó cómo su padre vicioso y abusivo abandonaba su hogar. Cuando contaba con la edad de 3 años fue forzada sexualmente por un conocido de la familia. Esos años fue violentada íntimamente por diversos individuos: su niñero, el abuelo de una amiga y otros. En realidad no recuerda con claridad con quienes fueron y menciona que, con el tiempo, se acostumbró a ello porque era su realidad.
Estos episodios y el autodesprecio que sentía la llevaron a recurrir al alcohol y otras sustancias desde los 14 años. A los 15 años empezó a tener una relación llena de problemas con el padre de Justin, Jeremy Bieber. Posteriormente, con 17 años, se intentó suicidar y acabó en un centro de psiquiatría. Estando ahí, conoció el cristianismo. Sin embargo, al salir, recayó y quedó embarazada. A su alrededor le decían que debía abortar, aunque ella no quiso. Como no podía volver a su casa, se trasladó a un albergue y subsistió con ayuda del gobierno y mucho esfuerzo. A partir de ahí, comenzó el cambio.
La superación de la madre de Justin Bieber
Con la llegada de Bieber a su vida, Pattie tuvo que asumir una mayor responsabilidad y hacerse cargo de su vida. Empezó consiguiendo trabajos de medio tiempo para pagar sus facturas y mantener al pequeño. Más adelante, obtuvo ayuda de un vecino, el cual pagó la guardería de su hijo por un año. Teniendo algo más de tiempo a su favor, obtuvo el certificado de secundaria y una beca que le permitió estudiar diseño de páginas webs. Poco tiempo después, los talentos del canadiense empezaron a notarse. Tocaba la guitarra, la batería y su voz era impresionante.
Con 6 años de edad, empezó a cantar y tocar instrumentos en las calles. Aquí su progenitora hace un punto, y es que ella nunca lo obligó a trabajar, para él era una diversión. Pero ese hobby le dejaba hasta 1.000 dólares cada vez. A los 12 años, se le ocurrió publicar vídeos de él cantando para que sus parientes pudieran escucharlo. Antes de que llegara la fama, la autora y productora de cine canadiense asistió voluntariamente a terapia y su sanación se volvió un hecho. Esta autobiografía dona un porcentaje de sus ganancias a albergues similares al que recibió a Mallette.
Las trágicas vivencias de la madre de Justin Bieber no son para nada lo que el público esperaba. Afortunadamente, hoy Patricia Mallette es fuerte y tiene muchas razones para seguir viviendo con disciplina y motivación.