Kiko Matamoros no pasa por su mejor momento. En disputas prácticamente continuas por su rol en televisión, el colaborador de 'Sálvame' arrastra problemas de salud que lo han lastrado los últimos años hasta el punto de tener que ausentarse de su programa de cabecera para tener que ser intervenido o usar gafas oscuras por sus problemas en la vista.
Tras retocarse de arriba abajo en el cirujano para quitarse años que lo hagan sentir más cercano en edad a su joven pareja, Marta López Álamo, y pasar página a los últimos achaques, pero tiene una dolencia de la que no logra desligarse y que, incluso, va a peor.
Kiko Matamoros sufre de un glaucoma en ambos ojos, una patología irreversible que cada vez le quita más visión, y le dificulta el poder hacer una vida completamente normal. Ya está prácticamente ciego del ojo derecho, y hay una gran cantidad de cosas de las que se ha visto privado, como conducir.
En 2019 contrató como chofer al hermano de Sofía Suescun, Cristian, con el que entabló una gran amistad. El problema es que el chico se aburrió pronto y abandonó el puesto para trabajar en programas televisivos como ‘La Casa Fuerte’ y hacer carrera como famoso. Desde entonces, Matamoros optó por un servicio llamado ‘Alfred’ del que asegura estar encantado.
La empresa ofrece servicios de transporte y se puede contratar por días -100 euros la jornada completa- o por horas. Acuden al punto de recogida acordado y se desplazan donde decida el cliente.
Una comodidad para algunos que se ha convertido en el mejor salvavidas del colaborador de 64 años que habla maravillas de la atención, profesionalidad y eficacia. Y un servicio del que es cliente habitual más aún si se tiene en cuenta que su pareja, Marta López Álamo, no tiene carné de conducir.
Marta López Álamo, criticada por no tener carné de conducir
Marta, en este sentido, nunca se ha mostrado muy por la labor de obtener una licencia que le iría que ni pintada a la pareja. López prefiere la comodidad del conductor a previo pago y centra su día a día en la moda y convertirse en una influencer con peso en España.
La andaluza afirmó en el pasado que su ajetreado día a día le impedía asistir a la autoescuela y realizar, con posterioridad, las prácticas para examinarse. Una actitud que le ha costado reproches en redes donde la opinión mayoritaria apunta a no hacer ningún esfuerzo pensando en Kiko.
La legión de ‘haters’ que tiene Marta no es pequeña, y aprovechan cualquier resquicio para poner en duda su estatus de nueva diva. Por suerte, como ella mismo ha repetido siempre, no se molesta ni se ofende por los comentarios que lee. Una pareja feliz, en definitiva, que se entiende a las mil maravillas guste más o guste menos a los de fuera.