El protagonista de “Ha nacido una estrella”, Bradley Cooper ha decidido ampliar su lista de propiedades al comprarse una hermosa casa de verano en la prestigiosa zona de Pacific Palisades en Los Ángeles, California, valorada en 13.5 millones de dólares. El afamado actor cuenta con lujosas propiedades, entre ellas una mansión en Nueva York, donde pasó el confinamiento junto con su hija, producto de su relación con la modelo Irina Shayk, y su madre Gloria Campano.

A la lista se suma un bungalow contemporáneo ubicado en Venice, Los Ángeles y una casa ubicada en Rustic Canyon, Pacific Palisades, también en Los Ángeles. Con la suma de estas cuatro propiedades el actor tiene un patrimonio en inmuebles valorado en más de 21 millones de euros.

El imperio de Bradley Cooper

Una casa espectacular

La adquisición más reciente de Cooper abarca más de 1,300 metros cuadrados de terreno y posee una casa principal de 400 metros cuadrados, esta casa posee cuatro dormitorios y tres cuartos de baño, además tiene un garaje para dos coches y una casa de invitados de dos plantas y cada una de ellas posee una habitación, un cuarto de baño y una cocina, pudiendo albergar así a dos familias, ya que cada una posee su espacio individual.

Patio de la mansión de Bradley Cooper

El espacio al aire libre está diseñado como un parque privado, rodeado de árboles frutales, sicomoros y robles, que aporta un aire de tranquilidad y relajación. Cuenta con un estanque de carpas Koi, una piscina, un spa diseñado en piedra rústica y una enorme terraza que alberga columpios, fogatas y una pequeña piscina para niños. Los colores intensos y los estampados predominan la decoración del exterior.

En el interior de la casa la historia de color es totalmente distinta, ya que las tonalidades neutras predominan en la decoración y en la tonalidad de las paredes. El salón está diseñado con un concepto abierto que conecta el comedor y el área de la cocina. Sus paredes en color crema contrastan con las baldosas en tono café claro. Los elementos de madera grisácea son predominantes, ya que varios elementos del salón están diseñados en ese tono. El sofá es de un gris oscuro y combina con varios elementos presentes en esa instancia, como lo son las cortinas y el metal de las sillas y la mesa del comedor. Entre el comedor y la cocina se encuentra una puerta francesa de madera y cristal que conecta el interior con el exterior de la casa.

Salón de la casa de Bradley Cooper

La cocina es totalmente minimalista y sencilla, pintada de los mismos tonos que el resto de la propiedad, contrastando con los azulejos blancos con bordes grises de las encimeras. Es el espacio más pequeño de la casa y tiene una estética un poco retro, posee electrodomésticos pequeños para no ocupar tanto espacio, perfectos para una cocina diseñada para los días de verano, donde el picoteo y las cenas rápidas son la opción más viable. Probablemente, sea el lugar que menos use el actor, aunque pudiera sorprender y ser todo un chef.

Sin duda una propiedad digna de una celebridad con ocho nominaciones al Óscar y poseedor de un BAFTA.