‘Gran Hermano’ ya es historia de la televisión. Probablemente nunca volveremos a ver este formato tal y como lo conocíamos. La versión anónima fue cancelada hace años tras la polémica sobre la supuesta violación a Carlota Prado y la marcha de anunciantes. Solo se mantuvo la edición VIP, pero también fue cancelada. Por todas las ediciones, tanto las presentadas por Jorge Javier Vázquez o Mercedes Milá, han pasado cientos de concursantes. Sin embargo, ya no nos acordamos ni de un 2% de ellos. Han sido juguetes olvidados de Mediaset.
Cuando descubrimos la vida de algunos, vemos que han dado un giro de 180 grados. Muchos consiguieron grandes sumas de dinero con el concurso, pero tal como les llegó se les fue porque no supieron ni ahorrarlo ni invertirlo. Hoy nos acordamos de Jacinto Garbayo, de la tercera edición. Un hombre que consiguió el éxito, pero también acabó en la ruina.
El restaurante podría cerrar sus puertas tras caer en la ruina
Jacinto dejó huella tras su paso por el concurso. Era un prototipo de concursante muy diferente al resto. Un hombre de carácter, muy vinculado al campo y con gran apego a los animales. Lo definían como una persona muy natural y transparente. La suma de dinero que los concursantes ganaban lo invertían en negocios o tapaban agujeros. Él se decantó por los negocios. Decidió abrir un restaurante llamado Chass y la verdad que fue todo un éxito en su momento.
Estos últimos años el restaurante no funcionaba como en sus inicios y con la pandemia se han agravado las deudas hasta el punto de tener que tomar una decisión. No podía alimentar a sus dos hijos. Siente que ha fallado a los pequeños. Son hijos adoptivos, ya que él y su mujer no pudieron quedarse embarazados tras varios intentos. Prometió que les daría lo que nunca tuvieron.
Aunque todavía no ha bajado la persiana del local está próxima a hacerlo, ya que le es imposible mantenerlo abierto. Tan solo ingresa una media de 150 euros al día. Hace unos días salió a la luz que podría perder incluso la casa debido a las deudas que arrastra. Lo que más le dolería es perder su casa de toda la vida. Por eso está valorando la posibilidad de alquilar el local antes de venderlo por si en un futuro puede recuperarlo. Jacinto llegó a ganar 240.000 euros en el concurso, pero ese dinero le duró bien poco.