En estas más de 50 décadas en televisión española hemos visto pasar innumerables rostros, algunos perduran en el tiempo, mientras que otros han desaparecido. Es el caso de Sonia Ferrer, quién se convirtió en uno de los rostros imprescindibles de la pública a finales de los 90 y principios de los 2.000 presentando programas de entretenimiento como ‘Noche de fiesta’, entre otros.
Sonia Ferrer desaparece con una vida renovada
Actualmente Ferrer ha reaparecido tras unos tiempos difíciles marcados por la muerte de un gran amigo y el accidente de su hija. Ahora se la ve más risueña y completamente enamorada. La modelo se ha dejado ver en la presentación del espectáculo Circus Festival, en Madrid. La presentadora ha sido la que más atención ha acaparado.
“Si el amor me rejuvenece bienvenido sea”, decía entre risas. Sonia Ferrer está enamorada de un apuesto policía llamado Sergio. La presentadora cuenta sus planes a corto y largo plazo. Lo primero de todo es celebrar la Navidad, una época que le apasiona. La vive como si fuese una niña, y hacerlo en la compañía de los suyos, entre los que se encuentra su hija Laura.
“Con lo que me gusta a mí la Navidad, una luz, una fiesta, una celebración, la familia… Bueno, este año la familia nos juntaremos lo justito, visto que seguimos todavía mal con la pandemia”, confesaba un tanto apenada. “Seguramente me junte con la familia cuando la niña esté conmigo estas fechas, los días que esté conmigo y los que no esté, probablemente comeré turrón, pero me quedaré en casita”, confirmaba Sonia.
A nivel profesional Sonia Ferrer está recuperando la popularidad. La presentadora colabora en dos programas a la vez y de cadenas rivales, Telecinco y Antena 3. Tras años desaparecido de la pequeña pantalla, la podemos ver en ‘Espejo Público’ y tan solo media hora después en ‘Ya es mediodía’, ambos programas en directo.
En su debut en ‘Ya es mediodía’, Sonia Ferrer fue muy duro con José Luis Moreno, el productor de ‘Noche de fiesta’. Aseguró que aún le debía dinero. “Yo todavía estoy esperando a que me pague unas campanadas. La verdad es que no lo había comentado nunca porque nunca había visto la oportunidad y, sobre todo, porque siempre he tenido claro que nunca me iba a pagar”.