Emma García está viviendo aventuras paranormales en sus últimas entregas de ‘Fiesta’, y parece que la audiencia está respondiendo bien. De hecho, en la última entrega de este domingo marcó 1,3 millones de espectadores, siendo la opción más vista de la tarde. No obstante, no le sirvió a Telecinco para liderar.

Con la última invitada del programa, Emma García tendría que haber pedido ayuda al vidente de la semana pasada que aterrorizó a una mujer que se encontraba en el público y que tuvo que abandonar el plató con un ataque de ansiedad. La vasca recibió a Loli Navarro, la conocida prestamista que estas últimas noticias ha sido noticia por haberse sometido a una lipoescultura en Turquía. La joven estuvo a punto de morir. Ahora, ya en España y totalmente recuperada, ha querido explicar a la presentadora y al resto de colaboradores el invierno que vivió en el hospital turco.

Emma García MEDIASET

Loli tuvo claro que quería someterse a una lipoescultura. Pero lejos de hacérsela en España fue a Turquía porque era más barato. Y lo económico sale caro, nunca mejor dicho. La intervención se complicó y casi le cuesta la vida, pero reconoció que sigue viva por una intervención divina.

Las graves secuelas de Loli tras tocar el infierno 

Ha sido un episodio muy difícil para ella. Pasó 20 días intubada en la UCI de un hospital, sin poder moverse ni hablar. "Me ha dejado secuelas, como taquicardias por la noche, porque pasé mucho miedo. Además, cogí una enfermedad que se le llama la 'enfermedad del pánico'", contaba la protagonista.

Ella misma escuchó por boca de su marido como los médicos que le dijeron que si no conseguía respirar por ella misma no iba a pasar de aquella noche. "Los médicos le habían dicho que si yo no volvía a respirar por mí misma esa noche moriría". Una frase que conmocionaba a Emma.

Loli emma garcía

Loli echó mano del ser divino. Ella es muy creyente y empezó a rezar para pedirle a Dios que le sacase de ésta. Loli no quería que se le llevará todavía. "Le pedía un milagro, que volviera a respirar", contaba Loli.

Después de esa llamada divina, "se llenó de ángeles y comenzó a oler muy bien". "Los ángeles aguantaban mis manos, entonces yo vi que el señor me estaba hablando, cerré los ojos y empecé a respirar normalmente. La máquina volvía a detectar mi respiración. Era la presencia de Dios, yo sabía que él estaba ahí", añadía Loli.

"¡Madre mía, qué episodio acabas de relatar!", exclamaba Emma García. "No me pusieron ninguna medicación, solamente tenía suero, a mí me salvó el Señor. De la noche a la mañana recuperé la respiración", confesaba muy segura Loli a todos los colaboradores