La historia de amor entre Carlos III y Camilla Parker-Bowles ha sido una de las más sorprendentes de la historia contemporánea del Reino Unido, dado que el inicio de este romance estuvo marcado por la negativa de la reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo ante un posible matrimonio entre el heredero a la Corona británica y una mujer que ellos no consideraban digna para convertirse en la futura reina consorte. Sin embargo, la Familia Real no era la única que desaprobaba esta relación, puesto que la familia de Camilla odiaba a Carlos III, y a sus padres no les agradaba la idea de que su hija  pasara a formar parte de la Familia Real.

La familia de Camilla Parker-Bowles estaba compuesta por Bruce Shand, el padre de Camilla, quien se convirtió en veterano de guerra tras haber servido a su país durante la Segunda Guerra Mundial, llegando a ser prisionero del ejercito nazi mientras se encontraba en una batalla en Egipto. Tras haber pasado tres años en un campo de detención en Alemania, Shand fue liberado en 1942, y un año más tarde casó con Rosalind Cubitt, una mujer que provenía de una familia ligada a la aristocracia británica, dado que su padre fue el III barón de Ashcombe y también fue galardonada como ‘la debutante del año’, una celebración a la que asistió el rey Jorge VI, abuelo de Carlos III. De hecho, la bisabuela de Camilla, Alice Keppel, es recordada en la historia como la amante más famosa del rey Eduardo VII.

Carlos III y Camila EFE
Carlos III y Camila EFE

El padre de Camilla Parker-Bowles hizo llorar a Carlos III

Durante la juventud de Camilla, Bruce Shand se opuso totalmente a su relación con el entonces príncipe de Gales, por lo que hizo todo lo posible por comprometer a su hija con Andrew Parker-Bowles, con quien se casaría en 1973, tres años después de haber conocido al hijo de Isabel II. Sin embargo, en los años 90 el nombre de Camilla se haría mundialmente famoso tras haberse convertido en la manzana de la discordia entre el matrimonio de Carlos III y Lady Di, por lo que Shand decidió intervenir al reunirse con el futuro rey de Inglaterra en ese momento, para increparlo por las críticas que ha recibido su hija en los medios de comunicación y por haber revelado a los medios de comunicación su relación extramarital con Camilla.

En la conversación, el padre de la actual reina consorte culpó a Carlos III de “arruinar” la vida de su hija, acusándolo de haber ensuciado el buen nombre de su familia por su aventura amorosa con ella, quien aún estaba casada con Andrew Parker-Bowles. De acuerdo con una publicación de ‘The Guardian’, las palabras del futuro suegro del rey fueron tan severas que hasta logró hacerlo llorar. No obstante, con el paso de los años, y tras el matrimonio de su hija y el monarca en 2005, Shad y Carlos III pudieron mantener una relación un poco más cordial, hasta su fallecimiento en 2006, a los 89 años.