El 9 de junio siempre estará marcado en rojo en el calendario de los familiares de Pau Donés. Siempre es una fecha complicado de afrontar. Se cumplen dos años de su fallecimiento. El cantante falleció a los 53 años de edad víctima de un cáncer de colon. El vocalista de Jarabe de Palo afrontó la enfermedad con total naturalidad y entereza. Batallaba contra ella desde 2015. Pasó por todas las etapas, aunque en junio de 2018 el cáncer volvió fuertemente. Es entonces cuando Pau lo dejó todo y se fue con su hija Sara a California para pasar todo el tiempo juntos que no pudo años atrás.
Debido a su trabajo, Pau Donés no estuvo en los momentos más importantes de su hija. Reconoce que se perdió su infancia. No estaba dispuesta a hacer lo mismo con su adolescencia.
Los familiares de Pau Donés sobreviven como pueden
Tal y como ha podido conocer El Español, la vida de sus hermanos, su hija y su padre sigue igual. “Sobreviviendo como se puede”. No solo a nivel musical -sus hermanos y su hija "siguen escuchando su voz casi diariamente"-, también "a nivel de anécdotas y de aprendizajes de vida”. La relación de los hermanos de Pau con su sobrina, Sara es “estrechísima”. Hacen todo lo posible para que la joven no note tanto la ausencia de su padre. Sara "sigue con sus estudios", y completamente apartada de la vida social.
A Sara nunca le ha interesado la fama. Ni tan siquiera concedió ninguna entrevista cuando falleció su padre. Tan solo salió en el último videoclip y lo hizo con un antifaz para no ser reconocida. "Por no tener, no tiene ni redes sociales oficiales. No quiere que nadie haga un seguimiento de su vida. Ella está bien, estable y con una vida muy corriente".
Ahora mismo la empresa de Pau Donés, Tronco Récords S.L, es propiedad de su hija Sara. Tras este movimiento, todo pasará por la hija de Pau, quien gestionará la empresa de su padre. La joven administrará la compañía solidariamente junto a su tío, Marc Donés. Los hermanos de Sara son los que se encargan de acudir a los actos en memoria del artista. Sara agradece tanto cariño, pero no quiere mostrar su rostro.
Respecto al padre del cantante, de 87 años, Amado está "como puede, dadas las circunstancias sobre su hijo, la pandemia y demás", asegura a EL ESPAÑOL una vecina de Montanuy, un pequeño y hermoso municipio de La Ribagorza, en la provincia de Huesca, en Aragón.
Esta mujer sostiene que "hace tiempo que no lo veo, ahora va en silla de ruedas y su mujer y sus hijos lo tienen apartado por miedo a la pandemia y estas cosas. Yo sí veo más a su mujer y le pregunto cuando voy a hacer cosas de campo". Sus hijos lo visitan siempre que pueden, los fines de semana. "Está bien atendido pese a su edad avanzada y contando con ese dolor de perder a un hijo... Está sobreviviendo, sí, eso es justo lo que está haciendo. Vivir es otra cosa", se remacha.