Beyoncé es una de las artistas más destacadas y trascendentales del siglo. Mucho se ha dicho para enaltecer los talentos de esta celebridad, pero es evidente que todavía existen una inmensidad de cosas por decir. A través de la música, el baile, la actuación, el modelaje y más, ha conseguido tener al mundo a sus pies. Así que a nadie le es indiferente tener un vistazo de cómo era esta figura en 1997 y cómo pasó de ser anónima a diva de la música. ¡Entérate de todo!
Son pocos los usuarios que no reconocen himnos musicales como Crazy in Love, Single Ladies, Run the world o Baby Boy. Todos son éxitos de la cantante, quien ha vendido incontables discos y encabezado las listas de éxitos musicales. Sin embargo, si hay algo realmente alucinante sobre todo esto, es que Beyoncé es la artista femenina con más premios Grammy de la historia. En sí, son 28 galardones bien merecidos. Conjuntamente, otra de las fórmulas acertadas está en el ámbito de la moda.
En todos sus años de carrera artística ha consagrado un estilo propio. Definitivamente, el mundo de la moda cayó rendido ante el estilo de la empresaria y diseñadora hace años. Pero ya conocemos el trabajo actual de la diva. Ahora, ¿qué nos muestra la máquina del tiempo si retrocedemos a sus inicios? La comparación entre la anterior y la actual Beyoncé puede ser todo un descubrimiento.
La versión adolescente de Beyoncé y su cambio drástico
Beyoncé Giselle Knowles, desde temprana edad, mostró fascinación por la música y el baile. Es por eso que, cuando era un infante, participó en el coro de la iglesia de su ciudad natal. A medida que crecía, era notable que su grandiosa voz y habilidad para el baile tenían que tomarse con seriedad. Así que en los últimos años de la década de los 90 's empezó un proyecto que la llevaría a la fama. Se trata de la girl band, Destiny's Child, la cual dirigió su padre, Mathew Knowles.
La foto de la esposa de Jay-Z corresponde al principio de su carrera, en 1997 cuando habían firmado un contrato con Columbia Records. En esta captura se ve a una joven de 16 años que daba sus primeros pasos en la industria musical. Aparece con un vestido rojo ajustado, con una caída lateral en pico y flecos en el borde inferior. Toda su indumentaria era clásica de la época de los años 90, con el cabello liso y prendas con texturas interesantes.
Estamos ante una Beyoncé más delgada, con ligeras curvas, cutis perfecto, maquillaje recatado y sin tanto excentricismo. Sin dudas, no es la imagen que proyecta actualmente. Puesto que es todo un contraste con el cuerpo prominente, el cabello lleno de ondas, la seguridad y brillo de ahora. Y, si tomamos en cuenta su desenvolvimiento en los últimos años y cómo suele luchar por causas humanitarias, podríamos decir que es otra persona.
Tal y como le sucede al vino, a Beyoncé le ha ido mucho mejor con el paso del tiempo. En cuanto a su carrera profesional, su apariencia física y el gran mensaje de su legado.