El reinado de Carlos III no ha comenzado de la mejor manera. Además de los constantes escándalos relacionados con su hijo Harry y su esposa Meghan Markle, el nuevo monarca ha tenido que enfrentarse a importantes retos de índole político a menos de dos meses de haber ascendido al trono británico. Y es que, hace tan solo unos días la recién electa primera ministra británica, Liz Truss, renunció a su cargo, tras un mandato de tan solo 45 días. Ahora, un grupo de insurgentes canadienses se ha rebelado contra Carlos III y han decidido no jurarle lealtad al nuevo monarca. Asimismo, una encuesta ha arrojado que más de la mitad de la población de Canadá está a favor de abandonar el sistema político monárquico dirigido por la Casa Real británica.

El sistema político de Canadá está basado en una monarquía parlamentaria, siendo el jefe de Estado el soberano del Reino Unido, cargo que ocupa actualmente Carlos III. Pero, a diferencia de la fallecida reina Isabel II, el nuevo monarca no cuenta con el apoyo de la gran mayoría de los ciudadanos canadienses, un descontento social que ha ido escalando hasta alcanzar niveles políticos, puesto que recientemente los once diputados del partido Quebec Solidario declararon públicamente que no jurarán lealtad a Carlos III, tal y como se indica en la Constitución de Canadá. Este grupo de once diputados se une a otros tres insurgentes que tiene el Partido Quebequés en la Asamblea Nacional de dicha provincia canadiense, quienes también habían anunciado anteriormente que no jurarían lealtad al nuevo monarca.

En cambio, este grupo de diputados sí juraron lealtad, pero a la ciudadanía de Quebec. Sin embargo, se desconoce si esto será suficiente para que puedan ocupar los cargos para los que fueron electos en las pasadas elecciones a principios del mes de octubre.  Ante esto, el portavoz parlamentario del partido, Gabriel Nadeau-Dubois, indicó lo siguiente al medio ‘Le Soleil’: “Nos queda un mes antes del inicio de la sesión. Eso nos da suficiente tiempo para reunirnos (...) y encontrar la manera de permitir que todos se sienten en sus escaños el 29 de noviembre”. Asimismo, Nadeau-Dubois agregó: “Hicimos campaña por una nueva era en Quebec y si nos eligieron para esta legislatura fue para abrir ventanas”, señalando que jurar lealtad al rey del Reino Unido es “una práctica colonial, arcaica, anticuada…”.

‘Dominación Colonial’, así denomina el líder del Partido Quebequés el sistema político monárquico en Canadá

Paul St-Pierre Plamondon, líder del Partido Quebequés, expresó que seguir jurando lealtad a la monarquía británica podría suponer “un conflicto de intereses”, dado que “uno no puede servir a dos amos”. Además, indicó su descontento al seguir perteneciendo a un sistema político liderado por los británicos, puesto que para él es un “recordatorio de la dominación colonial”. Además, reveló que esta “lealtad” le cuesta al país “67 millones de dólares canadienses al año”.

Ante esta nueva serie de desafíos políticos, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, respondió que la solución a esta problemática dependerá de la decisión de la Asamblea Legislativa de Quebec, aunque teniendo en cuenta sus dos intentos fallidos por independizarse en 1980 y 1995, lo más probable es que no consigan llegar a un acuerdo con la monarquía.