En tan solo un año, Alba Santana se despedía de su madre y de su padre, una de forma esperada y el otro de forma inesperada. La joven era la única hija de Mila Ximénez, la colaboradora no se había vuelto a casar ni tenía ninguna pareja. Así que su herencia estaba claro, todo para Alba y sus nietos. Sin embargo, la de Manolo Santana es más peliaguda, hay demasiados frentes abiertos, y una mujer que no gustaría nada a cuatro de los cinco hijos del tenista.
A los 83 años Manolo Santana falleció a causa de un paro cardiaco. Hacía tiempo que su salud era delicada. Los últimos días permaneció sedado en casa y todos fueron conocedores del fatal desenlace. En el último acto público, en septiembre de 2021, el tenista apareció en el Mutua Madrid Open agarrado del brazo de su mujer, Claudia Rodríguez. Mostraba una gran dificultad para caminar.
El Español asegura que Claudia lo está pasando realmente mal con el fallecimiento de Manolo. Un duro bache en su vida que todavía no ha superado. Estaba muy enamorada del tenista. A día de hoy, no puede cerrar una etapa porque el nombre de su marido sigue de rigurosa actualidad por dos puntos, el primero la herencia, y el segundo el club de tenis, cada día más en decadencia.
Tal y como informó EsDiario y ha podido confirmar El Español, cuatro de los cinco hijos del tenista han solicitado judicialmente dos propiedades que su padre tenía a su nombre antes de morir, en Madrid, en el barrio de Chamberí. Un apartamento y una plaza de garaje.
Se desconoce a día de hoy la identidad de esos cuatro hijos. No obstante, El Español ha averiguado que Claudia solo mantiene una buena relación con Bárbara, así que es probable que el resto sean quienes le hayan abierto esa guerra judicial. Manolo Santana no ha dejado nada a sus hijos, solo la correspondiente legítima que marca la ley.
Claudia todavía no sabe que hará con el club de tenis cuando se acabe la concesión
Quien mejor parada ha salido es Claudia, la persona que estuvo a su lado en todos los momentos, tanto buenos como malos. Ella es la administradora única del club de tenis de Manolo Santana en Marbella. La sociedad se constituyó en 2010 y tan solo un año después Claudia ya figuraba como administradora única. El hijo de la colombiana figura como apoderado, lugar que hasta entonces ocupó uno de los hijos del tenista, Manuel.
Según las últimas informaciones, el club de tenis está en plena decadencia. Muchos de sus socios se han quejado del mal estado de las instalaciones y algunos ya se han dado de baja. Parece que la intención de Claudia sería venderlo en 2026, cuando caduca la concesión de los terrenos para la explotación de las instalaciones. A día de hoy, la colombiana no sabe que paso tomará. Es una decisión complicada porque el sueño de su marido y ambos han invertido mucho en sacarlo adelante.
Son muchas las personas que han dado la espalda a Claudia. Solo cuenta con el inestimable apoyo de su hijo y un grupo reducido de amigos. Al morirse Manolo Santana se ha quedado más sola.