Jennifer López es considerada como una de las mujeres más atractivas del mundo del entretenimiento. A sus 53 años, ‘la Diva del Bronx’ se mantiene en excelente forma física, dado que es muy disciplinada con su alimentación saludable y sus rutinas de ejercicios. Sin embargo, la historia era muy diferente durante sus inicios, pues fue víctima de bullying durante su adolescencia, dado que su cuerpo era muy diferente al de las otras jóvenes de su edad.
Aunque ahora JLo se ha convertido en una mujer muy segura de sí misma que logra inspirar a sus seguidores, la realidad es que en el inicio de su carrera como cantante y bailarina tuvo que enfrentarse a muchos obstáculos. A sus 18 años, la intérprete de ‘Jenny From the Block’ practicaba gimnasia y atletismo, pero en el lugar donde practicaba estos deportes le pusieron el cruel apodo de ‘La guitarra vieja’, burlándose de su característica figura curvilínea que heredó de su ascendencia puertorriqueña.
Este desagradable mote marcó su vida de forma negativa, dado que en ese momento aún estaba aprendiendo a reconocer y a aceptar su figura, puesto que en su entorno la mayoría de las chicas se veían muy diferentes a ella. “El ideal de belleza era estar muy delgada, rubia, alta, sin muchas curvas…”, explica la artista en su documental ‘Halftime’. “Crecí rodeada de mujeres con curvas, así que nunca me avergoncé de nada”, agregó. Sin embargo, a pesar de no sentirse avergonzada por su cuerpo, la artista sí sufrió por las constantes críticas y el bullying que recibió. “Solía pensar que no era lo suficientemente delgada porque tenía curvas. Pero con el tiempo he aprendido que estar sana y sentirse genial son dos cosas que no están relacionadas con un tipo de figura específica, es algo que depende de la persona. La belleza es una actitud y debemos celebrar aquello que nos gusta de nosotros y nos hace especiales, en vez de comparar nuestros cuerpos con los de otra persona", indicó la artista en una entrevista.
Jennifer López les ganó la batalla a sus detractores convirtiéndose en un referente de belleza
Tras haber pasado por momentos muy difíciles, la esposa de Ben Affleck decidió enfocarse en su carrera como artista, haciéndose un nombre en la industria gracias a su talento, así que tomó la decisión de no prestarle atención a sus haters. “Tenía que descubrir realmente quién era yo y creer en eso y no creer en nada más (…) Quiero agradecer a todas las personas que me dijeron en mi cara o cuando no estaba en la habitación que no podía hacer esto. Realmente no creo que hubiera podido hacerlo sin ustedes”, indicó.
Esta confianza inquebrantable le permitió seguir adelante con sus sueños, a pesar de todos los apodos que recibió, las humillaciones y los ataques de xenofobia por parte de aquellos que despreciaban su herencia latina y su cuerpo con curvas. “Toda mi vida ha sido una batalla, tras otra, para que se me escuche, para que se me vea, para que se me tome en serio’, asegura J.Lo en su documental.