Ni siquiera el fallecimiento de la reina Isabel II a sus 96 años alivió las tensiones que sufre la familia real británica. El más reciente y sonado enfrentamiento fue protagonizado por el actual rey Carlos III y su hijo menor, el príncipe Harry. En medio del duelo por la partida física de la soberana, el duque de Sussex tomó represalias por el trato recibido por su esposa durante la despedida de la reina.  

De acuerdo con lo reseñado por el portal web El Español, Harry estaba muy disgustado por el desplante que su padre le había hecho a su esposa, Meghan Markle, al prohibirle ir al castillo escocés a despedirse personalmente de la reina en la intimidad, porque el actual rey no lo consideraba apropiado. Por tal motivo, Harry decidió rechazar la invitación de su padre para cenar en Balmoral en el marco de la desaparición de su abuela. 

Harry y Meghan Markle

Según diversos medios británicos, fue el propio Carlos III quien comunicó por vía telefónica la prohibición de la duquesa de Sussex, argumentando que tampoco iría su otra nuera Kate Middleton; pues sólo la familia de sangre, la más cercana estaría presente. Pero presuntamente ese no fue el único momento desagradable para la pareja. Los medios también destacan que Markle experimentó soledad tanto durante el traslado de los restos mortales de Isabel II, viajando sola en el coche, como después del funeral. 

Harry y Carlos III, un conflicto antes de la muerte de la reina 

La tensión entre padre e hijo ya existía desde antes, pero no fue hasta la negativa del rey a que la duquesa de Sussex estuviera en Balmoral en los últimos momentos de Isabel II ese 8 de septiembre, lo que incrementó el enfrentamiento. 

Después, como consecuencia de esta discusión, Harry perdió el vuelo que le llevaría a Escocia y no llegó a tiempo para ver a su abuela con vida; la noticia de su muerte se comunicó mientras él estaba aún de viaje. En ese sentido, de acuerdo con declaraciones de fuentes reales al diario The Sun, Harry estaba tan ocupado tratando de llevar a su esposa a Balmoral que perdió el vuelo. Luego salió de ahí lo antes posible para tomar el primer vuelo comercial de regreso a Londres. 

Posteriormente, cuando se encontraba en Escocia rechazó tajantemente la invitación a cenar de su padre en Birkhall, la casa que él ocupa en la finca Balmoral. Prefirió compartir esos duros momentos con sus tíos, el príncipe Eduardo, su esposa, Sophie de Wessex, y Andrés de York. 

No todo es un enfrentamiento entre Carlos III y Harry 

Aunque se han divulgado esta serie de enfrentamientos entre padre e hijo, no todo ha sido de esta manera durante los doce días de actos de honor hacia la reina. El Rey tuvo un gran gesto con su hijo Harry al permitirle lucir uniforme militar en el funeral, pese a no ser un miembro activo de la Casa Real. 

Por otro lado, le dedicó unas palabras en su primer discurso como monarca, destacando el amor que siente por él y por su esposa.