Ana María Aldón rompió su silencio el pasado miércoles a golpe de titulares. Protagonizó la portada de la revista Lecturas del pasado miércoles y no pudo ser más clara y directa contra los familiares de Ortega Cano. No se libró absolutamente nadie y es que dio a entender que nadie la quiso y la trataron como una prostituta. Esta entrevista llega semanas después de hablarse de su supuesta crisis con su marido.
Ortega Cano, decepcionado con Ana María Aldón
Más que solucionar las cosas entre ellos, esta entrevista ha abierto aún más la brecha. Según indican a Informalia personas cercanas a la familia, "Ortega Cano se ha llevado un grandísimo disgusto al leer la entrevista. Está cabreadísimo y sobre todo súper triste”. Desconocemos si el torero era consciente de la entrevista, lo único que se sabe es que le ha dolido en el alma.
Según detallan a Informalia, Ortega no concibe que su mujer haya salido públicamente a atacar a su familia de esa manera y que diga que incluso estuvo a punto de quitarse la vida por culpa de ellos: "No entiende por qué lo ha hecho. No entiende porqué en las últimas semanas se ha empeñado en ir contracorriente y buscar la polémica familiar. Desaprueba completamente lo que está haciendo y este miércoles se ha llevado una gran desilusión", nos desvelan. Ana María Aldón siempre ha estado silenciada manteniéndose en un segundo plano, pero desde que decidió participar en ‘Supervivientes’ empezó a adquirir voz y voto.
El torero está harto de esta situación. Según Informalia, Ortega Cano y Ana María Aldón ya habrían roto su relación si no fuese porque está el pequeño José María en medio. "No sería de extrañar si no estuviera el niño. Pero el diestro no quiere romper la familia. Aunque da la sensación que es lo que ella está buscando, cabrear a Ortega Cano para que sea él quien dé el paso”. Ortega seguirá saliendo ante las cámaras y seguirá diciendo que "todo está bien”. El matrimonio está más que roto y Ana María Aldón no hace nada por una reconciliación.
"El matrimonio está herido y Ana María no solo no está haciendo nada para protegerlo, sino que está avivando la llama del conflicto”, cuenta.
Alguien muy cercano a Ana María Aldón nos asegura que "ha cambiado de un tiempo a esta parte. Desde que trabaja en televisión es otra. Se ha transformado. Es como si ya no necesitara a nadie más que a ella. Ha perdido la humildad y la naturalidad que tenía. Ahora va con ciertos aires de grandeza y de superioridad, aunque lo oculta bajo inocencia y tranquilidad que muestra delante de las cámaras”.
“La familia de mi marido estuvo a punto de cargarse mi vida. Me acababa de quedar embarazada, ¿y tener que aguantar yo tanta injusticia? No voy a perdonar jamás que pusieran en duda la paternidad de mi hijo”, sentencia desde las páginas de Lecturas.
"Me quise quitar de en medio por culpa de mi familia política. Un día cogí el coche, no podía más… Lo que viniera primero. Si venía un camión, un camión. Y si venía un terraplén, un terraplén", es el relato más desgarrador.