Como todas las monarquías, los Grimaldi también esconden muchos secretos entre las paredes de palacio. Uno de los temas más debatidos son los supuestos rumores de crisis entre el príncipe Alberto y Charlene de Mónaco. La sudafricana viviría separada del monegasco. Según la prensa internacional, la nadadora nunca estuvo enamorada del príncipe. Se casó por obligación, en el último minuto intentó huir pero no pudo. Además, los hijos de ambos nacieron por inseminación artificial porque nunca han tenido relaciones íntimas. Esto desata otros rumores, la supuesta homosexualidad de Alberto de Mónaco.
Los dos hijos de Charlene no son los únicos de Alberto, guarda otra hija secreta junto a Tamara Rotolo, una camarera reconvertida en agente inmobiliaria. Ésta decidió pasar sus vacaciones en la Costa Azul y regresó a Estados Unidos embarazada del príncipe.
Tamara Rotolo dio a luz a una niña llamada Jazmin Grace. Según la joven, Grace es un homenaje a su fallecida abuela, Grace Kelly. No obstante, ella no podía saber que sería la vip menos vip de Mónaco. No conoció a su verdadero padre hasta los 11 años y no descubrió que era su padre biológico hasta los 14 años, cuando el príncipe interpuso una demanda de paternidad.
En sus redes sociales, Jazmin muestra su amor y devoción por su padre, todo un ejemplo para ella. Se desconoce a que acuerdo económico llegaron cuando reconoció que era hija suya. Y eso que tienen muy poco contacto ya que ella vive a la otra punto del charco, en Estados Unidos.
Jazmin quiere ser igual que Grace Kelly pero no ha tenido suerte
¿Pero cómo es la vida de Jazmin? Lleva varios años con Ian Mellencamp, su pareja. A punto de cumplir los 30 años aún busca su sitio en el mundo. En 2020, tras una pandemia, la joven borró la mayoría de sus publicaciones para darle un aire más profesional a sus redes sociales. No obstante, hace unos meses publicó una fotografía junto a los hijos de Alberto de Mónaco, una imagen que tal vez no hizo mucha gracia en el principado.
Jazmin siempre ha soñado con ser artista, aunque nunca ha tenido mucha suerte. Dio sus primeros pasos como cantante. Está empeñada en seguir los pasos de su abuela, Grace Kelly. Sin embargo, lamentablemente las comparaciones son odiosas. Ha colaborado en varias películas, pero su participación ha sido casi invisible, ni tan siquiera aparece en los créditos.
Durante el confinamiento recibió clases de interpretación por videoconferencia, se preparaba para una película que verá la luz próximamente y donde se verá su evolución, The Chelsea Cowboy. Nuevamente, interpretará un papel muy pequeño, pero en esta ocasión sí podrá verse en la pequeña pantalla.