El actor estadounidense James Franco, quien trabajó en varios proyectos cinematográficos con Javier Bardem, ha sido acusado de fraude y acoso social por estudiantes de su escuela de cine. Finalmente el artista admitió que tuvo relaciones sexuales con algunas de ellas. "En el curso de mi docencia me acosté con estudiantes, y eso estuvo mal. Pero como he dicho, no es la razón por la que empecé la escuela", dijo en una entrevista a radio SiriusXM.
El actor de 41 años admitió el delito tras cuatro años de acusaciones. Las jóvenes denunciaban ante los tribunales el acoso al que habían sido sometidas pero el norteamericano negaba los hechos. Hasta ahora que lo ha confesado públicamente en ‘The Jess Cagle Show’, transmitido por SiriusXM: "Mira, voy a admitirlo, me acosté con esas estudiantes".
James Franco protagonizó junto a Javier Bardem y Julia Roberts ‘Eat Pray Love’, pero además ha tenido una larga participación en películas de cine y televisión. Asimismo ha sido actor, guionista, productor y director de varios proyectos cinematográficos. Ha ganado dos Globos de Oro y el Premio Sant Jordi de Cinematografía como Mejor actor en película extranjera por ‘The Disaster Artist’.
En enero del 2018 la actriz Violet Paley denunció en Twitter al actor por acoso sexual y comportamiento sexual inapropiado. Al poco tiempo cinco mujeres en total habían denunciado formalmente a James Franco ante Los Angeles Times. Algunas de las acusaciones hablan de que Franco insinuaba que habría papeles en películas para quienes cedieron a sus propuestas sexuales. El actor nacido en California también usaba su escuela de cine para cazar a mujeres sexualmente disponibles, pidiendo a las estudiantes a bailar alrededor de él en toples en una escena sin guión, y les hacía creer que habría papeles disponibles a cambio de actos sexuales o de quitarse las blusas.
“No fue un plan maestro por mi parte. Pero sí, hubo ciertos casos en los que estuve en algo consensuado con una estudiante y no debería haberlo estado", dijo el actor. Además argumenta que su adicción al sexo llegaba como respuesta para mantener a raya su alcoholismo, un problema que había arrastrado desde bien joven. "Es una droga tan poderosa. Me enganchó durante más de 20 años. La parte maliciosa es que me mantuve sobrio del alcohol durante ese tiempo y fui a reuniones. Incluso intenté apadrinar a otras personas. Así que en mi cabeza era como si estuviera viviendo una vida espiritual", aseguró.
En el año 2019 las actrices y ex alumnas, Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal, demandaron formalmente al actor que ha trabajado con el español Javier Bardem. Las demandantes afirman que Franco empujó a sus estudiantes a actuar en escenas sexuales explícitas en un "escenario tipo orgía", las cuales iban mucho más allá de las aceptables en los 'sets' de filmación de Hollywood, entre otros pormenores. Tras negar los hechos, este llegaba a un acuerdo de un pago de más de 2 millones de dólares. Ahora que ha admitido todo, James Franco también reconoce haberse estado tratando de su adicción al sexo estos últimos años para cambiar quién era y se disculpa ante todo el mundo: "No quería hacerle daño a nadie".