Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler decidieron poner punto y final a su relación de ocho años el 29 de noviembre. Cada uno cuenta su versión, pero parece que los dos estaban hartos de la convivencia. Según la socialité, quien concedió una entrevista previo pago a su revista amiga, ‘Hola’, habrían roto la relación por los supuestos ‘celos infundados’ del escritor. Cada vez que llegaba tarde de un evento discutían. Por otro lado, el entorno del premio Nobel asegura que la relación se ha roto porque Mario estaba harto de la presión mediática. Odiaba el mundo de la farándula en el que estaban sumergidas tanto Isabel Preysler como Tamara Falcó. El peruano fue obligado a participar en la final de ‘MasterChef Celebrity 4’ y recientemente en el reality de la marquesa de Griñón para Netflix.
Isabel Preysler se ha casado con todas sus parejas, menos con Mario, éste se resistió y no quiso. Ya estuvo casado con su mujer, con quien fue muy feliz. De hecho, cuando empezó una relación con la socialité, celebraba los 50 años de casado con Patricia Llosa, la madre de sus tres hijos. Ambos mantienen una excelente relación, todo lo contrario que con la reina de corazones, a quien no ha vuelto a ver ni a hablar, tampoco a Tamara Falcó. Deseaba salir de ese infierno.
Mario Vargas Llosa tenía claro que quería conocer a Isabel Preysler y conquistarla
Tal y como revela en sus textos, como en ‘Los vientos’, Mario Vargas Llosa habría sufrido un “enamoramiento de la pichula”. Isabel Preysler le sedujo con sus encantos y perdió el norte. Vio a una mujer casi 15 años más joven que él y no pudo resistirse. Una oportunidad que a su edad no pasa todos los días. La entonces pareja se conoció en 1986, Isabel hizo una entrevista a Mario. En aquel momento a él ya le gustó ella, pero a ella él no. La de Porcelanosa mantenía una relación con Miguel Boyer, quien falleció de un infarto en 2014, justo unos meses antes de empezar su noviazgo con el escritor. La filipina le dijo al peruano en aquel momento que la llamase cuando fuese premio Nobel, hasta entonces nada, y así fue. Mario Vargas Llosa dejó a Patricia Llosa por ella. Se empezaron a conocer cuando todavía estaba con la madre de sus hijos, ya intercambiaban mensajes.
Mario Vargas Llosa quería conocer a Isabel Preysler, por eso pagó 1.000 dólares a una intermediaria para que la socialité le realizase la entrevista. Fue Mona Jiménez, amiga del premio Nobel, quien se ofreció a intervenir para juntar a los dos. Se les notaba que tenían cierto interés el uno en el otro.
Casado con Patricia Llosa, Mario empezó a llamar a Isabel para conocerse. Coincidían en algunos actos públicos y eventos, pero en aquel momento la madre de Tamara Falcó estaba ocupada. Cuando el peruano se enteró que la filipina había enviudado, utilizó todas sus armas de seducción para conquistarla.