Nuevos problemas para Íñigo Onieva. Hasta que no se hizo pública su relación con Tamara Falcó, era un auténtico desconocido para la prensa. Sin embargo, ahora ya se ha acostumbrado a la presencia de cámaras a su alrededor. El empresario de ocio nocturno iba a convertirse en el futuro marqués de Griñón, sin embargo, tras destaparse sus infidelidades, la hija de Isabel Preysler rompió su compromiso.

Durante varias semanas Íñigo Onieva se confinó en casa de su madre, su familia ha sido su mayor apoyo en estos momentos tan difíciles. El joven confesó sentirse muy arrepentido y pidió perdón a Tamara Falcó. No obstante, ahora sus problemas son otros, y es que hay alguien que se la quiere jugar. Un amigo del diseñador de coches ha desvelado que Íñigo es un moroso, ya que arrastra una deuda desde hace años que todavía no ha saldado.

Íñigo Onieva collar EFE

La deuda que persigue a Íñigo Onieva 

Para conocer esta deuda del empresario hay que trasladarse a Milán, donde Íñigo compartió piso con varios estudiantes y ocupó la habitación de un joven que regresaba a España. Éste detalló a ‘Socialité’ que negoció no solo el traspaso del dormitorio, sino también el del frigorífico que él había comprado y que se quedaba allí, por el que pedía 150 euros. Íñigo Onieva se negó en rotundo, pero su madre, que le acompañó en el viaje, trató de regatear y conseguir que dejasen el intercambio por 30 euros. El propietario no quiso aceptar la propuesta y aceptaron sus condiciones porque no dio su brazo a torcer. No obstante, nunca le abonaron ese dinero.

Onieva no ha querido hacer declaraciones sobre este asunto que sucedió hace ya unos años. El pasado domingo estuvo disfrutando con su familia de una comida en uno de los restaurantes para los que trabaja.

Íñigo Onieva FIESTA MEDIASET