Recientemente, el periodista Valentine Low, experto en Casas Reales, publicó un nuevo libro titulado ‘Courtiers: The Hidden Power Behind the Crown’ en el que ha desvelado algunos detalles importantes sobre la salida de Meghan Markle y el príncipe Harry de la Familia Real británica. A través de esta nueva publicación, el autor relató que la reina Isabel II puso una condición a los duques de Sussex para seguir perteneciendo a la realeza, pero Meghan no la aceptó, por lo que tomaron la decisión de marcharse del Reino Unido.
De acuerdo con Low, a principios de enero de 2020, el príncipe Harry le envió un correo electrónico a su padre, el rey Carlos III, para explicarle que tanto él como su mujer estaban considerando mudarse a Estados Unidos porque no se sentían cómodos con las restricciones dentro del Palacio, por lo que querían comenzar una nueva vida fuera del Reino Unido. No obstante, se le indicó que esta decisión no se podía tomar a la ligera, ya que requería de una intervención familiar liderada por la entonces monarca, Isabel II. Harry sabía cómo funcionaba el protocolo en estos casos, por lo que él mismo intentó conversar con su abuela en diciembre de 2019, pero le fue imposible, ya que la reina no “estaba disponible” para recibirlo.
Ante esto, los duques de Sussex decidieron reunirse con los asesores de Isabel II para tratar de llegar a un acuerdo con la Corona para que le permitieran “vivir parte del año en el extranjero, pero llevar a cabo algunos compromisos reales en casa”. Los asesores le plantearon esta situación a la fallecida monarca y ella fue muy tajante con su respuesta: “A menos que la pareja estuviera preparada para cumplir con las restricciones que se aplican a los miembros trabajadores de la Familia Real, no se les podía permitir llevar a cabo funciones oficiales (…) Había una visión muy clara: no se puede estar entrando y saliendo”, dado que “cualquier cosa que hicieran Meghan y Harry se reflejaría en la institución”.
Meghan Markle y el príncipe Harry estaban frustrados por la inflexibilidad de la Corona británica
Ante esta negativa, los duques de Sussex tomaron la decisión de abandonar definitivamente el Reino Unido para mudarse a California, Estados Unidos, en un intento de recuperar su autonomía al renunciar a las estrictas reglas por las que se rigen todos los miembros de la Familia Real.
Según el libro, Meghan y Harry se sintieron realmente “arrinconados, incomprendidos y bastante infelices” dentro del Palacio, e incluso argumentaron que la duquesa fue víctima de malos tratos y hasta de racismo por parte de algunos miembros de la familia. Sin embargo, sus ex empleados desmintieron esta información al afirmar que Markle siempre tuvo la intención de convencer a Harry para que renunciara a sus títulos. “Todos sabían que la institución sería juzgada por su felicidad. El error que cometieron fue pensar que ella quería ser feliz. Ella quería ser rechazada, porque estaba obsesionada con esa narrativa desde el primer día”, indicó uno de los ex empleados de los Sussex durante su estadía en el Palacio de Kensington.