Nuevo duro golpe para Kiko Rivera. El DJ se ha vuelto a poner en el foco mediático por enésima vez. Parece que todas las desgracias le persigan y es que su vida es un auténtico culebrón. El cantante sabe perfectamente como vivir de portadas de revistas y entrevistas sin necesidad de hacer nada más. Desde noviembre del año pasado, cuando el marido de Irene Rosales concedió la primera entrevista, se habría embolsado un total de 380.000 euros, tal y como desveló en exclusiva ‘Viva la vida’. Sin embargo, es una cifra que algunos colaboradores le parece pequeña. El hijo de Isabel Pantoja concedió 5 portadas y 4 entrevistas en el ‘Deluxe' con un ‘Cantora: la herencia envenenada’ por medio.
Parece que Kiko Rivera está dispuesto a engrosar de nuevo su cuenta corriente, tras la muerte de su abuela, porque en menos de un mes ya se ha marcado otra portada. Y no solo eso, Belén Esteban ha confirmado que el DJ está enfadado con ‘Sálvame’ porque no le han dado lo que pidió por sentarse a hablar de su encuentro con Isabel Pantoja en Cantora: 60.000 euros.
Kiko Rivera se siente traicionado por gran parte de su familia y quiere sacarle provecho a esta situación. Ahora está enfadado con Anabel Pantoja, tras descubrir que ésta le mintió para no perder la exclusiva de su boda. Según la colaboradora de ‘Sálvame’, Isabel Pantoja no quería que el DJ fuese a Cantora a darle el último adiós a su abuela, algo totalmente falso.
Tras salir de la finca, Kiko Rivera contó que había estado con su madre, se habían abrazado durante 15 minutos y habían prometido hablar las cosas. La vio muy delgada y se preocupó. Ha decidido paralizar la venta de Cantora. Pero posiblemente decida continuar con el proceso.
Recientemente, varias fuentes de Mediaset han sacado a la luz uno de los requisitos de Isabel Pantoja para renovar su contrato, de dos millones de euros por dos años. Exigió a los directivos del grupo que despidiesen a Irene Rosales de ‘Viva la vida’ y que no se aceptase ninguna nueva entrevista de su hijo en ningún programa de la cadena. No estaba dispuesta a que dañasen su imagen mientras la utilizaban. Era una forma de mantener el silencio.
Esto no sentará nada bien a Kiko Rivera, y menos ahora, que parece estar dispuesto a perdonar a su madre, tras un año enfrentados por la herencia de Paquirri. Nuevamente se pone en duda si Isabel Pantoja realmente ha querido alguna vez a Irene Rosales.