Mark Zuckerberg está en el centro de un huracán mediático gracias a la extravagante compra de una isla. Cuando el fundador de Facebook no está trabajando, le gusta tomar varios días de descanso en su gran paraíso personal.

Desgraciadamente, este lugar paradisíaco que se procuró el empresario está siendo empañado por cientos de críticas y problemas que tiene con sus vecinos. Tenemos todos los detalles al respecto, sigue leyendo para descubrir cómo un magnate puede enemistarse con toda una población. 

 

 

Hace un tiempo, Mark Zuckerberg cerró diversos tratos por algunos terrenos en islas de Hawái. Pero tiempo después su portafolio de tierras hawaianas aumentó drásticamente. La última compra fue de 242 hectáreas al norte de Kauai (la mitad), una de las islas más grandes de Hawái. Cuyo costo fue de 53 millones de dólares, equivalentes a 46 millones de euros al cambio actual. Ahora bien, en dicho sitio habitan alrededor de 67.000 personas. Estos individuos no están de acuerdo con que lleguen foráneos multimillonarios a adquirir numerosas parcelas que forman parte de su hogar. Lo que les ha traído muchos disgustos y propiciado todo un proceso legal. 

La Ley Kuleana, que aparentemente sigue vigente, le da prioridad a los nativos para ocupar los terrenos. Lo que es realmente insólito al respecto es que permite que los mismos hawaianos atraviesen todas las propiedades en la isla. Esto incluye la del programador y cualquier otro con su misma condición de extraño.

Mark Zuckerberg

Sin embargo, esta ley fue aprobada en 1850 y, para los tiempos actuales, es considerada demasiado arcaica. A día de hoy, el creador de la red social cuenta con 526 hectáreas en total e inició trámites legales para evitar la puesta en marcha de la ley. Por su parte, los isleños hicieron una revolución y recolectaron firmas para impedir su estancia. ¿Qué tienen que decir al respecto?

La mala fama que tiene Mark Zuckerberg entre los isleños

Después de que la empresa Waioli Corporation le entregó su parte de la isla, los lugareños encontraron que las parcelas que compró le pertenecen a algunos descendientes. Legalmente está estipulado que las propiedades serán heredadas a los descendientes de los propietarios y no hace falta un título para probarlo. La acción de títulos silenciosos trajo mucha conmoción a numerosos herederos que no sabían que lo eran. Pero, contra todo pronóstico, no quieren intercambiar sus espacios con él. Una fuente anónima le mencionó a BBC Mundo lo siguiente: “Incluso si él mismo me viniera a ofrecer 100.000 dólares por mi porción del terreno, no aceptaría”. 

La isla de Hawai donde Zuckerberg tiene más de 200 hectáreas

El mismo usuario explicó que para ellos “no se trata del dinero, se trata de mantener las tierras hawaianas en manos hawaianas”. Por otra parte, Jackson Nash, un local que vive cerca del neoyorquino, señaló: “Es solo otro millonario que viene a abusar”.

La preocupación de los residentes no es ser expulsados, sino la “colonización” del espacio y la primera medida que el filántropo tomó para obstaculizar las vistas. Dado que construyó un muro de piedras para delimitar su finca. Aun así, él asegura: “Queremos ser buenos miembros de la comunidad”. 

¿Mark Zuckerberg realmente protegerá las tradiciones y culturas hawaianas? Lo cierto es que una cuenta bancaria repleta de ceros a la derecha no conoce muchos límites.