El lugar paradisíaco donde cientos de jóvenes vivieron un verdadero infierno a manos del magnate fallecido Jeffrey Epstein y su amplia lista de amigos famosos, la venderán por 102 millones de euros, según indicó Daniel Weiner, el abogado encargado de gestionar el patrimonio de Epstein. Weiner indicó que el dinero recaudado por la venta de la isla “Little St James” se destinará al pago de todas las demandas pendientes que dejó el magnate, quien se suicidó en su celda en una cárcel en Nueva York en 2019.

Esta hermosa isla ubicada en las islas vírgenes de Santa Fe, Nuevo México, fue el lugar elegido por Epstein para construir una red de trata de blancas, realizando fiestas y reuniones masivas llenas de excesos, mientras ofrecía la compañía de menores de edad a sus influyentes invitados. Además de Little St. James, el multimillonario también era el propietario de la isla Great St. James. La primera de ellas la compró en 1998 por un precio de 7 millones de euros, y la segunda la adquirió en 2016 por 17.9 millones de euros. En la actualidad, debido a las reformas y las construcciones realizadas, ambas propiedades han aumentado su valor en más de 70 millones de euros, según informa “Wall Street Journal”.

Little St. James

En esta isla, Jeffrey Epstein construyó algunas propiedades como villas, cabañas, una mansión de lujo y un teatro. Además, también cuenta con tres playas privadas, varios restaurantes, una pista de tenirs, un muelle para atracar barcos, yates y cruceros, una gasolinera y un helipuerto. Según se ha podido conocer mediante las investigaciones del caso Epstein, el magnate solía utilizar el helipuerto de su isla para recibir y trasladar a las menores de edad en helicóptero y yates privados, evitando la seguridad de los aeropuertos convencionales.

Además de las demandas realizadas por las jóvenes abusadas, la fiscal general de las islas vírgenes de Estados Unidos, Denise George, presentó una demanda civil en contra de Jeffrey Epstein y su ex pareja Ghislaine Maxwell, a causa de las diversas actividades ilegales que se realizaron en la isla, entre ellas la creación de una red de empresas falsas y de asociaciones sin fines de lucro para su red de trata de menores. La fiscal añadió que este lugar era el escondite perfecto para realizar aquellos terribles actos de violencia física y mental hacia mujeres jóvenes, afirmando que "Epstein y sus asociados podían evitar la detección de su actividad ilegal en las Islas Vírgenes y a la policía federal, y evitar que estas mujeres jóvenes y niñas menores de edad se fueran por su propia voluntad y escapen del abuso".

Little St. James

Un gran número de celebridades pasaron por esta isla, incluyendo a Bill Gates, Matt Groening, Bill Clinton, Donald Trump y el príncipe Andrés, quien fue demandado públicamente por Virginia Giuffre, alegando que fue abusada por él cuando ella era menor de edad. Esta demanda ha sido uno de los escándalos más controversiales de la realeza, al punto de que al príncipe se le retiraron todos sus títulos militares y el mecenazgo real y nobiliario, perdiendo el título de “Su alteza real”.