La icónica actriz Jane Fonda siempre se ha caracterizado por su explosiva e irreverente personalidad, y hoy, a los 84 años, sigue demostrando que es una de las actrices más adelantadas a su tiempo en la historia del cine Hollywoodense.
La oscarizada actriz nunca ha tenido inconvenientes en hablar abiertamente de algunos temas que han sido tabú durante muchos años: feminismo, sexualidad, relaciones familiares, conservación ambiental, etc. Después de más de 60 años de carrera artística, Jane Fonda ha decidido probar suerte con Netflix, interpretando un papel que le cayó como anillo al dedo.
Se trata de su personaje de Grase Hanson en la sitcom “Grace y Frankie”. En esta serie de comedia, Jane Fonda y la actriz Lily Tomlin, de 82 años, descubren que sus esposos han mantenido una relación sentimental desde hace 20 años, teniendo que aprender a tolerarse y convivir juntas para seguir manteniendo unidas a sus familias. Sin embargo, una de las escenas más hilarantes de esta serie sucedió en la tercera temporada, donde los personajes de Fonda y Tomlin crean una empresa de juguetes eróticos para mujeres de la tercera edad. Este episodio fue tan impactante que sus fans cada vez que la ven deciden regalarle un vibrador.
En un vídeo publicado en el canal de YouTube de Netflix, titulado “A Farewell to 7 Seasons of Grace and Frankie”, la doble ganadora del Oscar afirmó lo siguiente: “Soy una gran fanática de los vibradores”, mientras sostenía uno de los famosos vibradores de la marca “Vybrants”, nombre de la empresa que creó junto a Tomlin. De repente, la actriz soltó la bomba de que sus fans y sus amigos más cercanos le suelen regalar vibradores con regularidad. “En navidad, todo el mundo me enviaba vibradores”, contó la actriz. “Es muy gracioso, tendrías que ver el cajón de mi mesilla de noche”, añadió.
Además de contar estas divertidas anécdotas y de los regalos tan curiosos que recibe a sus 84 años, la célebre actriz también ha confesado detalles muy personales de su relación con su padre, el también actor Henry Fonda. A pesar de haber ganado el Oscar en la categoría de “Mejor Actriz” por su interpretación en las películas Klute (1972) y El Regreso (1979), lo cierto es que la película más importante en su vida fue “El estanque dorado”, en la que trabajó junto a su padre.
“Mi padre estaba enfermo y sabía que no iba a vivir mucho más tiempo. Hacer esa película fue una manera de abordar nuestra complicadísima relación”, contó la actriz en una entrevista para Vanity Fair.
“Ponte en mi lugar. Yo era una hija que veneraba totalmente a un padre que nunca verbalizaba amor ni afecto, que era extremadamente reprimido. Y entonces consigo producir su película y actuar a su lado. Y consigo que el guión nos haga decirnos cosas que jamás hubiésemos sido capaces de decirnos en la vida real, reflexiona la actriz, mientras recordaba que su padre ganó un Oscar por esa película, donde ella también se desempeñó como productora, cinco meses antes de morir.