La famosa intérprete de Rachel en la serie “Friends”, Jennifer Aniston, ha confesado que sufre de un trastorno desde que era niña y lo descubrió cuando tenía 20 años.

 ¡Vivió gran parte de su vida pensando que no era inteligente!

La ex de Brad Pitt ha confesado que sufre de dislexia, un trastorno del aprendizaje que se caracteriza por provocar dificultad en la comprensión lectora. La actriz confiesa que siempre sintió que no era inteligente, que más bien era tonta y eso le provocaba muchos problemas en su carrera de actriz, ya que se le dificultaba mucho poder aprenderse los diálogos de su persona, ya que no tenía capacidad para memorizar absolutamente nada y muchas veces no entendía del todo lo que estaba leyendo. “Simplemente, de joven creía que no era inteligente y me estuve esforzando durante años con esa creencia porque me costaba mucho memorizar cosas", comentó en una entrevista para el New York Post.

Jennifer Aniston

Además, comentó que en sus años de instituto no le fue nada bien por ese motivo, ya que no lograba retener la información. Esta condición afectó mucho la seguridad de la actriz, quien dudaba constantemente de sus capacidades al no saber que padecía de un problema de aprendizaje.

Debido a que debía hacerse unas gafas para un rodaje, la actriz pudo descubrir cuál era el mal que le afectaba desde su infancia, ya que un especialista pudo revisar su caso. “Fui pensando que tendría que ponerme gafas y resultó que salí sabiendo que era disléxica”, confesó, mientras indicó como fue el proceso para dar con su diagnóstico “Me pusieron unos lentes especiales, con un cristal azul y otro rojo para leer y luego me hicieron 10 preguntas sobre lo que había leído", indicó. "Solo conseguí tres aciertos. Me miró los ojos con un ordenador que mostraba a dónde iban a parar mis ojos cuando leía y descubrió que mi vista saltaba cuatro palabras y luego volvía dos atrás. Incluso detectaron que tenía un ojo vago", recordó la actriz. 

 

 

Una infancia complicada

Aunque este diagnóstico hubiera sido desalentador para muchas personas, para la actriz significó un respiro entre tantas críticas, ya que descubrió un aspecto de sí misma que había ignorado toda la vida. “Sentí como si todos mis traumas de la niñez, tragedias, dramas hubieran sido explicados”, comentó la actriz, mientras recordaba lo difícil que había sido su infancia al creerse poco inteligente, mientras su madre, la actriz Nancy Dow, le ratificaba esa mala concepción que tenía de sí misma.

Jennifer Aniston junto a sus padres

La relación de la actriz con su madre fue bastante difícil, ya que durante muchos años Jennifer no se sentía a la altura, pensaba que no había heredado ni la belleza, ni el carisma ni el talento de su madre. Jennifer Aniston solo quería disfrutar del amor de su madre, pero en cambio solo recibía duras críticas de parte de ella, además de fuertes comparaciones. A pesar de que la niñez de la actriz no fue para nada fácil, ella ha logrado sobreponerse de todas las adversidades, llegando a convertirse en la gran estrella de Hollywood que es hoy en día.