Samanta Villar acudió como invitada a un programa de la cadena privada catalana 8tv, donde mostró su rechazo contra Belén Esteban, principalmente, por la forma en la que ella y otros famosos han expuesto a sus hijos en los medios. "La Fiscalía de Menores dijo que los hijos de los famosos son privados y no se les puede mostrar la cara", señaló Samanta. Entonces, habló de su compañera de cadena. “Belén Esteban y quien sea no puede ir a plató a decir "mi hija" o "el padre de mi hija no sé qué", porque estás perjudicando a tu hija haciendo esto en público. Lo siento mucho”.
"Yo comenté esto en el plató justo el día que estaba Belén Esteban. Lo hice fuera, mientras estábamos en publicidad, y Belén me dijo: "Si hombre, ¿yo no puedo venir a rajar del padre de mi hija? Pues claro que lo voy a hacer. Y yo respondí: 'Pues no, no lo puedes hacer'. De hecho, la propia hija de Belén Esteban le dijo en un momento dado 'mamá, deja de hablar de papá, déjalo', demostrando que tiene dos dedos más de frente que Belén", añadió Villar.
La periodista considera que es hora de que "la Fiscalía de Menores comience a decir que el bienestar del menor está por delante del litigio que tienen los padres”, ya que es algo “tóxico para los niños”.
Estas palabras, sacadas de contexto, han sido escuchadas por Belén Esteban y ha montado en cólera. Reconoce que la periodista tiene razón en algunas cosas, igual que está de acuerdo en que algo ha hecho mal, pero muchas de las cosas que ha dicho son mentira. “Está mintiendo porque yo no le dije nada”, ha reconocido Esteban.
Lanzando un dardo envenenado a la catalana, Esteban le ha respondido que ella no ha "vendido la prueba del predictor, ni he parido y que lo vean todas las cámaras de España. Estoy harta de que comparen mi caso con el de Antonio David y de Rocío Carrasco, pero mi caso no tiene nada que ver”, ha denunciado minutos más tarde. “Basta ya, estoy harta”, ha insistido ésta, recordando que su caso “no tiene nada que ver” y cree que muchas personas deben mirar más internamente y no en la paja ajena.
“Es más, la hija [de Rocío Carrasco] está en la tele y yo tengo que dar gracias que no está. Y me gustaría que todos los que decían que iba a llevar a una persona de la manita… no se ha sentado nunca. Es más, siendo anónima la sacáis en los medios digitales. Dejadlo ya. Aquí no ha venido mi persona ni a hacer una exclusiva ni a hacer nada para que la saquen en todos los medios digitales. ¡Basta, basta!”, ha insistido.
Esta misma semana saltaba la noticia que Jesulín de Ubrique podría conceder una serie documental como Rocío Carrasco. Belén Esteban dejó claro que no tenía ningún miedo. Sin embargo, hemos sabido que es totalmente falso. El torero no mantiene conversaciones con la cadena ni con ninguna productora. No está dispuesto a hablar porque no quiere perjudicar a su hija Andrea. El marido de María José Campanario sabe perfectamente que si no habla de Belén Esteban ésta está acabada.
Jesulín de Ubrique y María José Campanario llevan meses mordiéndose la lengua ante los ataques directo e indirectos de Belén Esteban que van camino de convertirse en habituales, tras un tiempo de silencio casi absoluto. Esteban ha pasado a negar intervenciones o respuestas en 'Sálvame' por cuestiones vinculadas a Jesulín, ha sacar el rifle, apuntando a 'Ambiciones'. ¿El motivo? Esteban lleva tiempo alejada de las cuotas de audiencia, hasta el punto de pasar desapercibida en el formato. Con un contrato a punto de extinguirse, la productora, ‘La Fábrica de la Tele’, pide un punto más a Belén que hasta hace poco se había negado a entrar al trapo en temas que pudieran afectar a su hija, Andra Janeiro.
Maria José Campanario
Una nueva actitud, la de Esteban, que desde el bando contrario se interpreta como necesaria para vivir y sobrevivir en Telecinco, y que están decididos a contrarrestar con el silencio. Tanto Jesús como María José creen que la mejor forma de acabar con Esteban en Telecinco es no respondiendo a provocaciones, ni dándole réplicas. Sacar todo argumento o provocación puede convertirse en motivo de debate y 'Sálvame' en un filón.
En el clan Janeiro se impone un mutismo total que puede llevar a Esteban a deshacerse como un azucarillo en la pequeña pantalla. Sin nada de que hablar, su contrato millonario pende de la boda con Miguel Marcos, de un posible embarazo o de una nueva guerra con Jesulín y Campanario, a la que ninguno de los dos está dispuesto a acudir. El mejor desprecio es no hacer aprecio.