Jordi Cruz es uno de los chefs más reconocidos del panorama nacional. Con una larga trayectoria entre fogones y tres estrellas Michelin. El catalán es uno de los rostros del exitoso talent show de cocina, MasterChef. Este 2022 el concurso celebrará su décima edición de anónimos y ya hay asegurada una séptima edición ‘Celebrity’, la más cara, pero la que mejor funciona en audiencias.
Como todos los años tras cada edición, Jordi Cruz hace un repaso de los mejores momentos y responde a todas las polémicas. Esta última versión de famosos se enturbió con el suicidio de Verónica Forqué. La edición de famosos es la más divertida de todas. El de Barcelona confiesa que con ellos no son tan duros como con los anónimos. Sin embargo, nuevamente el chef partió con prejuicios, pero los famosos le dieron otra lección.
Jordi Cruz se sorprende con Terelu Campos
Ya le sucedió con Tamara Falcó, quien creyó que iba a ser insoportable y fue todo lo contrario. De hecho, es una de sus mejores amigas. En esta edición le ha pasado algo similar con Terelu Campos. "Terelu, pues muy bien. Pensé que me caería como una patada en la cabeza, pensé que sería insoportable. Y no, me recuerda mucho a mi hermana Montse, mi hermana mayor, a la que quiero mucho. Que tiene sus momentos que no soporto, pero que en líneas generales la quiero”, dijo a El Confidencial.
Los concursantes también tienen una imagen de Jordi Cruz totalmente equivocada. Desde el principio el catalán optó la faceta de duro y especialmente exigente. No pasa ni una a los concursantes. No obstante, en estos casi 10 años de emisión, el chef ha sacado a relucir su faceta más carismática, divertida y natural. "Es que hay un estereotipo, que yo entiendo que cultivé las primeras ediciones de 'MasterChef' y que tengo que mantener. Pero me suelen decir que suelo reír mucho y las cosas que hago siempre son para pasármelo bien. Soy un profesional y si me toca decirte 'oye, tu plato es una mierda', te lo digo", confiesa.