Jordi Cruz no es el mejor chef del mundo, ese título lo revalida de nuevo David Muñoz, el marido de Cristina Pedroche. No obstante, el catalán sigue siendo el chef más deseados por ellas y por ellos, físicamente hablando. Desde que hizo su primera aparición televisiva como juez de ‘MasterChef’ en 2013, el de Manresa es imagen de varias marcas y uno de los hombres más deseados del país.
Todas las ediciones de ‘MasterChef’, tanto los anónimos como los famosos, incluso los niños, alguien se enamora pretendidamente de Jordi Cruz. En esta ocasión ha sido Ruth Lorenzo la que se ha enamorado del cocinero, y no le ha importado gritarlo a los cuatro vientos desde la presentación de los concursantes.
Ruth Lorenzo confesó a ‘LOC’ que “esta experiencia ha sido “increíblemente intensa”. Considera que el concurso es un verdadero infierno, pero al que volvería otra vez sin pensárselo dos veces. “MasterChef es el infierno. Pero uno maravilloso, uno al que volvería. Tiene esa presión que dices 'ouch', pero sí... Volvería a hacerlo todo otra vez", explicó.
Ruth Lorenzo aceptó participar en 'MasterChef' tras años de insistencia de la productora
La cantante se considera ‘cocinillas’, pero nunca había cocinado “cocina molecular”. Ella es más de cocina de supervivencia. Reconoce que en casa hace lentejas, pero siempre se le queman. Ruth Lorenzo confiesa a ‘El Mundo’ que Shine Iberia llevaba tras ella varios años, pero siempre les decía que no, hasta que un día se armó de valor y aceptó la propuesta, el mayor reto de su vida. "Me he enamorado del formato, de mis compañeros, del equipo humano que hay, de la dirección, de la producción. Es increíble. Verlo como alguien que le gusta la televisión, lo que hay detrás, es espectacular”, comparte ilusionada a ‘El Mundo’.
En dos capítulos emitidos hasta la fecha, Ruth Lorenzo ha mostrado un especial interés por Jordi Cruz. Ella misma ha confesado que le gusta mucho y cada vez que le mira se pone colorada y nerviosa. Pero tanto él como ella tienen pareja y un posible romance en estos momentos es imposible.
“Es que es demasiado guapo, con eso te lo digo todo. Me habla y no me concentro. Aunque me eche la bronca, no escucho lo que dice. Lo miro y me quedo perdida mirándolo. Es muy magnético... ¡Y como habla con esa voz maravillosa! Me dice "Ruth, ¿tú piensas que este plato se puede comer?" y yo ni lo escucho. Basta con que diga "Ruth"y yo ya me he derretido. Lo siguiente me suena a ruido... Por otra parte, también quiero destacar que es un gran chef y una gran persona. Siento desmontaros el personaje, pero Jordi es un corazón con patas”, revela a ‘LOC’ con una sonrisa.