La vida de los colaboradores de ‘Sálvame’ cambió por completo cuando falleció Mila Ximénez. Un duro golpe para el que no estaban preparados, a pesar de saber que el estado de la tertuliana era muy grave. Siempre tenían un rayo de esperanza. Jorge Javier Vázquez y Kiko Hernández han sido dos de las personas más afectadas. De hecho, el colaborador se tuvo que ausentar durante varias semanas porque no podía ponerse al frente del programa sin derrumbarse.
Alba Santana, la hija de Mila, agradecido todo el cariño al programa ‘Sálvame’ por los años tan felices que le dieron a su madre. Ésta ha vuelto al anonimato, ahora sin el apoyo de su madre. Alba ha recibido muchas ofertas para contar como se siente después de la muerte de su madre, sin embargo las ha rechazado todas. Y por este motivo, le duele que algunas personas hagan un show con este trágico episodio. Es el caso de Jorge Javier Vázquez y Kiko Hernández, dos de las personas que más han hablado públicamente de Mila Ximénez y situaciones que vivieron con ella. Muchos de los blogs del presentador catalán están destinados a la colaboradora fallecida.
Según ha podido saber el medio 'DonDiario', Alba Santana ha pedido a los amigos íntimos de su madre que no hablen en público de ella. A la familia no le hace bien y quieren especial discreción. No quieren que la olviden, pero tampoco que saquen audiencia de ello. Mila Ximénez ya solo es un bonito recuerdo para muchos. La joven se ha ofrecido a hablar con ellos siempre que necesiten, pero no quiere que lo hagan en televisión.
Sabe que todos los colaboradores de ‘Sálvame’ querían con locura a su madre. No obstante, no quiere que hagan un espectáculo. Jorge Javier Vázquez y Kiko Hernández lloraron en directo, y está segura que esas lágrimas eran de verdad, no hay duda, pero no le ha parecido apropiado, y así se lo ha hecho saber. Además, les recomienda que sigan adelante siempre con una sonrisa. A Mila Ximénez le gustaría así.
Alba Santana quiere guardar la relación con los amigos de su madre, a pesar de permanecer en el anonimato. Es como si una parte de su madre nunca se hubiese ido. Por este motivo, va con mucha cautela a la hora de hablar con ellos. No quiere que se tomen las cosas a mal. Todo se lo dice desde el respeto y el cariño.