Se harta y habla claro. Joselito fue un niño prodigio y ahora a sus 80 años aún es recordado, de hecho, hace unos días inauguró una calle en Utiel, donde reside junto a Marifé, con su nombre. El pequeño ruiseñor, como también se le conocía, será el protagonista de una película sobre su vida. Actualmente alejado de los focos, Joselito ha querido recordar aquellos tiempos en los que se convirtió en un niño prodigio.
Joselito era en aquellos años una joven promesa. Todo lo que tocaba se convertía en oro. Era sinónimo de éxito de audiencias, por este motivo los productores y directores de cine le explotaron hasta acabar con él.
“Hubo personas que se quedaron con mis ingresos, que eran muchísimos, llegué a ganar 5.000 dólares por actuación en Estados Unidos y hacía cinco al día. Las personas que me acompañaban en las giras se aprovecharon de mí”, dijo en una entrevista. En aquel momento era muy pequeño y no era conocedor del engaño.
La voz de Joselito cambió con la adolescencia y su carrera cayó en picado
Llegó muy pronto a la cima, pero cayó en picado en cuestión de poco tiempo, como en una montaña rusa. Cuando creció su voz ya no era tan dulce y dejaron de llamarle. En 1968 ya era todo un adolescente y su voz no interesaba al público ni a quiénes le descubrieron. Empezó su declive.
Acabó estafado, arruinado, enganchado a la cocaína y con problemas serios de depresión. “Me arrepiento de esa etapa, pero afortunadamente conseguí salir del infierno y creo que la gente prefiere recordar mis tiempos felices”, dice.
En agosto de 1991 la policía le detuvo con 85 gramos de cocaína. Estuvo cinco años en la cárcel por dos delitos de drogas. Según el propio José Jiménez, la cárcel evitó que se suicidara y logró que saliera del oscuro mundo de las adicciones.