Se hablaba de un maleficio pero parece que ahora la suerte está de su lado. Después de los dos años más difíciles de su vida, con la muerte de su madre y el enfrentamiento con Kiko Rivera por la herencia de Paquirri, Isabel Pantoja vuelve a sonreír. Por primera vez gana un juicio y se libra del ingreso en prisión por la venta de ‘Mi gitana’. Además, ha recuperado de nuevo su gira de conciertos paralizada por la pandemia.
Hace unos meses fue Julián Muñoz quien intentó desprestigiar la imagen de la cantante con una serie documental de dos capítulos que se emitió en Telecinco. Sin embargo, ahora ha sido el ex alcalde quien se ha metido en un buen problema. Julián Muñoz se encuentra inmerso en una nueva batalla judicial después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional haya descubierto que pudo haber simulado una cesión gratuita de sus derechos de propiedad intelectual e industrial, así como los patrimoniales y de imagen que constaban en el contrato que firmó para conceder una entrevista en televisión.
Julián Muñoz podría perder el tercer grado
En la resolución notificada este jueves se explica que Muñoz pudo haber donado a una empresa intermediaria los 66.494,73 euros para evitar pagar la deuda de 46 millones de euros que tiene contraída, en concepto de responsabilidad civil, por todas las causas en las que ha sido juzgado, tal y como detalla ABC. Precisamente, es este mismo medio el que ha podido saber, en exclusiva, que además del procedimiento que ya está en marcha en el alto tribunal, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias estudia en estos momentos revocar el tercer grado que se le concedió por motivos de salud por incumplir uno de los requisitos estipulados en el artículo 72.5 de la ley orgánica general penitenciaria.
Las fuentes que ha consultado ABC, cuentan que Muñoz se aprovechó del tercer grado e hizo un uso inadecuado. No sería la primera vez que pierde esta condición. En 2016 se le concedió el tercer grado por supuestamente sufrir una enfermedad grave e incurable, pero finalmente la Audiencia de Málaga lo anuló al considerar que su estado de salud no ni mucho menos terminal. Corría el riesgo de que pudiese blanquear grandes cantidades de dinero. El ex alcalde fue pillado bailando sevillanas a pesar de su supuesto estado de salud tan preocupante.
Su abogado dijo entonces que este hecho había provocado un empeoramiento en su dolencia y pidió que se depuraran responsabilidades.