El próximo 6 de mayo se reunirán en la Abadía de Westminster, en Londres, una gran cantidad de aristócratas, representantes de casas reales, líderes mundiales y jefes de Estado con motivo de la ceremonia de coronación del rey Carlos III. Sin embargo, a pesar de que la última ceremonia de este tipo de realizó hace casi 70 años, lo cierto es que los ojos del mundo no están puestos precisamente sobre Carlos III, sino en su hijo Harry y en su nuera Meghan Markle, quienes han protagonizado una serie de polémicas tras el lanzamiento de su docuserie con Netflix y la publicación de ‘Spare’, el libro de memorias del príncipe Harry. Debido a esta serie de ataques, el príncipe Guillermo se ha opuesto rotundamente a que su hermano mayor sea invitado a la coronación de su padre, aunque muchos afirman que esta conspiración en contra del menor de los hijos de Lady Di ha sido orquestada principalmente por Kate Middleton, quien está haciendo todo lo posible por prohibirle la entrada a la coronación a su archienemiga, Meghan Markle.

A pesar de todos los desplantes y los ataques de los duques de Sussex en contra de los miembros sénior de la realeza británica, Carlos III ha expresado su deseo de que su hijo menor asista a su coronación, dado que él afirma que su ausencia hará mucho más ruido mediático que su presencia en Londres. De hecho, de acuerdo con una nota publicada por el tabloide británico ‘The Mail on Sunday’, el nuevo monarca ha recurrido al arzobispo de Canterbury, Justin Welby, para que medie entre él y los duques de Sussex para llegar a un acuerdo entre ambas partes y la pareja acceda a asistir al rito monárquico más importante del Reino Unido.

Sin embargo, Kate Middleton estaría moviendo todos los hilos para que esto no suceda, así que le ha encargado a su marido, el príncipe Guillermo, la difícil tarea de contradecir al rey para que Harry y Meghan no sean invitados. Los príncipes de Gales no confían en lo absoluto en los duques de Sussex, y temen que el día de la coronación realicen “uno de sus trucos” para robarse la atención de los medios, “por ejemplo, yendo a dar un paseo en un distrito favorecido de Londres”. En caso de no poder convencer al rey para que Meghan y Harry no asistan, Guillermo estaría diseñando una agenda muy restrictiva para ellos, para así poder mantenerlos “a raya” durante los tres días de duración del evento.

La jugada maestra del príncipe Harry para recuperar su posición en la Familia Real

Carlos III está profundamente afectado por las declaraciones de su hijo menor en su libro de memorias. Por esa razón, el rey estaría haciendo todo lo posible por llegar a un acuerdo con él para que cesen los escándalos. Según los medios locales, Carlos III le habría ofrecido a Harry un lugar privilegiado dentro de la Abadía de Westminster, a pesar de que él y su esposa ya no son representantes de la monarquía británica. Además, estaría considerando la posibilidad de regresarles algunos de los títulos que les retiraron cuando la pareja se mudo a Estados Unidos.