Antes de que el príncipe Harry conociera a Meghan Markle en 2016, él solía referirse a su cuñada, Kate Middleton, como la “hermana que nunca tuvo”. Sin embargo, debido a los constantes conflictos entre su esposa y Kate, la relación entre ellos se ha ido fracturando, así que ahora ni siquiera se dirigen la palabra. De hecho, el detonante de esta enemistad entre los duques de Sussex y los príncipes de Gales fue una disputa entre Meghan y Kate unos días antes de su boda real en 2018, discusión que terminó convirtiéndose en una batalla campal en el Palacio de Kensington.
Existen varias versiones con relación al origen de esta discusión. Algunas fuentes cercanas al Palacio indican que Meghan hizo llorar a Kate con sus comentarios. Sin embargo, la duquesa de Sussex desmintió esta información durante su entrevista con Oprah Winfrey al afirmar que había sido ella quien había terminado llorando por las duras palabras de Middleton. Ahora, el príncipe Harry ha abordado nuevamente este tema en uno de los capítulos de su libro de memorias, ‘Spare’.
En su libro, el hijo menor de Lady Di reconoció que su esposa no había revelado todo lo que había sucedido durante su pelea con Kate Middleton en 2018, dado que la ex actriz estadounidense solo contó que la princesa de Gales se había enfadado con Meghan por los vestidos que debían llevar las niñas de la Familia Real para su boda, pero no reveló que la esposa de Guillermo se había molestado por un comentario que había hecho Markle previamente.
El príncipe Harry revela el verdadero motivo de la discusión entre Meghan Markle y Kate Middleton
Harry reveló que Kate se sintió ofendida cuando Meghan le dijo que tenía ‘baby brain’ (‘cerebro de bebé’), a causa de las hormonas tras haber dado a luz recientemente al príncipe Louis. De acuerdo con la Clínica Mayo, ‘Cerebro de bebé’ es el término que se usa para referirse a los “problemas de memoria, falta de concentración y distracción” que sufren algunas mujeres durante el embarazo y los primeros meses de maternidad. Según el príncipe Harry, varias personas se acercaron a Meghan para decirle que ella no era lo suficientemente cercana a Kate para hacerle ese tipo de comentarios tan personales.
En su entrevista con Oprah Winfrey, Meghan solo dijo lo siguiente: “Me hizo llorar, hirió mis sentimientos. Fue una semana muy difícil y ella estaba molesta por algo, pero se hizo cargo y se disculpó”, omitiendo totalmente el comentario que hizo enfadar a Middleton. Asimismo, Harry reveló que Kate también estaba molesta porque el vestido de su hija Charlotte era muy grande y la pequeña lloró cuando se lo probó, así que Meghan y ella protagonizaron una acalorada discusión dentro del Palacio y la duquesa de Sussex terminó llorando en el piso de la cocina tras ser separadas.
A pesar de todos los esfuerzos por mostrarse como una familia unida, lo cierto es que Harry supo desde el primer momento que la llegada de Meghan a la Familia Real estaría marcada por la discordia y los desencuentros, aunque fue la pelea entre su esposa y su cuñada el punto de inflexión entre ellos.