Por mucho que viajemos al pasado y recordemos con nostalgia a artistas que dinamitaron la industria musical durante la década pasada, sería injusto no reconocer que en los últimos años hemos tenido igualmente cantantes e intérpretes de mucho talento, como por ejemplo Bruno Mars, Rosalía, o quien nos atañe hoy: la siempre viral Katy Perry, quien si ya no había ganado dinero con su música, ha pasado a hacerse de oro gracias a su último trato. Lo mejor para ella es que en teoría no debe mover un dedo.
En principio, la cantante de “Dark Horse” publicó su música bajo el sello de Capitol Records, bajo la presidencia de Dan McCarroll (recuerden este nombre pues será importante más adelante). No es la primera que lo hace y seguramente tampoco será la última, pero según varios medios procedentes de norteamérica, se reporta que Katy Perry está en medio de un trato para que Universal Music permanezca con los másters de sus últimos 5 discos.
Los derechos, que como ya mencionamos pertenecían a Capitol Records, pasarán a manos de Litmus Music, que por cierto, tiene a Dan McCarroll como director creativo y co fundador, un dato que además confirma un rumor que llevaba rondando desde hace mucho tiempo, y es que Katy Perry y Dan McCarroll habrían mantenido una muy cercana relación profesional (sin insinuar nada sentimental).
Katy Perry obtendrá 225 millones de dólares
El dinero que genera la cantante es incuestionable. Desde que estalló su fama y ascendió a la categoría mundial se ha convertido en un activo precioso para cualquiera que reciba parte de su dinero, es por ello que los 225 millones de dólares que obtendrá por la venta seguramente no representen nada a Litmus Music una vez empiecen a generar ingresos con los 5 discos que están adquiriendo.
Para quienes estén deseosos de más detalles, dentro de la venta figuran los siguientes 5 nombres, One of the Boys, del año 2008, Teenage Dream de 2010, PRISM del 2013, Witness del 2017 y por último, Smile del año 2020. El motivo por el cual se realiza la compra de estos discos es más que obvio, pues aunque no seas un seguidor acérrimo de Katy Perry, si ahondamos en los nombres de algunas de las canciones que contiene cada álbum, notarán que todos contienen éxitos de la cantante que prácticamente se han insertado a pulso en la cultura general.
Empezando por el álbum del 2008, que contiene “I Kissed a Girl” y “Hot n Cold”, dos temas que la propulsaron al estrellato, y que serían sucedidos dos años después por “California Gurls” y “Firework”.
A continuación, en PRISM aparecerían dos de los temas más recordados de la cantante: “Roar” y “Dark Horse”, canciones que se hicieron virales en su momento, y aunque marcaron el punto más alto de Katy Perry, las canciones que vinieron después tampoco se reciben de malas. “Hey Hey Hey” y “Swish Swish”, y más recientemente “Daisies” y “Smile” (como el nombre del álbum. Sin dudas un trato bajo el cual Universal Music no puede salir perdiendo.