Kiko Matamoros va a vivir la mayor aventura de su vida. El colaborador de ‘Sálvame’ ha aceptado participar en ‘Supervivientes’. Aunque todavía no ha salido la lista de confirmados, él mismo da a entender que su fichaje está más que cerrado. Por este motivo, la semana pasada disfrutó de unas idílicas y paradisiacas vacaciones con Marta López Álamo. Incluso, gracias a su estancia en la isla se ha propuesto dejar uno de sus mayores vicios, el tabaco.
Sin embargo, su fichaje podría haberse complicado. Y es que Kiko Matamoros recibió un mensaje muy preocupante de su hija Laura Matamoros. Ésta comunicó al colaborador que Diego Matamoros había sido ingresado de urgencia en el hospital. Muy preocupados, la familia Matamoros no tardó en llegar, casi al completo.
Estas últimas semanas habíamos visto a Diego Matamoros muy feliz junto a su nueva pareja, Marta Riumbau, y para nada podíamos imaginar lo que estaba a punto de suceder. El joven se dejaba ver por un centro médico de estética para conseguir unos glúteos de piedra. Además de hacerse varios retoques en el rostro.
Diego Matamoros publicó varias historias en sus redes sociales desde la camilla del hospital, todavía convaleciente. Todos sus seguidores se preocuparon por su estado de salud. Ya recompuesto, después de la operación, que ha sido todo un éxito, Diego contaba a sus seguidores el motivo de su ingreso.
Diego Matamoros explica detalladamente el duro episodio que vivió
“Mi espalda empezó a fallar de nuevo. El viernes estaba en casa muy tranquilo, preparando un viaje para irnos fuera unos días. De repente tuve una crisis severa en la espalda, un tema congénito degenerativo que tengo y está relacionado con hernias discales y con la médula”, comenzaba explicando, para después entrar en detalles sobre lo que le había ocurrido a raíz de estas afecciones: “Me empezaron a fallar las piernas, me quedé en el suelo y no tenía teléfono. Después de más de una hora, pude coger el teléfono y llamar”, confesaba.
“Luchando contra el dolor, ahora parece fácil, pero en ese momento fue una tortura. Llamé a familiares, a la ambulancia, Marta se pudo colar por la ventana. Me trasladaron al hospital el viernes en ambulancia en la camilla”, continuaba.
Seguidamente explicó el diagnóstico médico final. “He estado sedado. Me han hecho la resonancia, las vértebras están deterioradas y la médula un poco tocada. Ayer me hicieron una intervención, la unidad me pinchó en la médula y me inyectó corticoides, lo que hace que, en al menos cuatro días o así, pueda a empezar a caminar más o menos de manera normal. Ahora mismo me levanto y voy como un abuelillo, se me doblan las piernas. Lo siguiente es el tratamiento con los fisios”, finalizaba, quitando hierro al asunto y demostrando que poco a poco evoluciona con éxito.