La relación entre Kiko Rivera e Irene Rosales ha sufrido altibajos. En sus años de relación les han salpicado varios rumores de infidelidad, incluso alguno de ellos confirmado por los propios protagonistas de esta historia. La última deslealtad se produjo con una camarera de su propia discoteca en Sevilla. La colaboradora rompió su silencio y avisó que sería la última oportunidad que le daría. "Cada vez que le he pedido que me diga la verdad me lo ha dicho: no ha salido de él decírmelo, pero cuando le he sentado sí lo ha hecho”.
Irene Rosales se ha convertido en estos últimos años en su mayor apoyo. Le ayudó con etapa más oscura con las drogas, le perdonó infidelidad, han superado graves problemas económicas y siguen unidos. El DJ también ayudó mucho a la madre de sus hijas cuando ésta perdió a sus padres. Ahora es el cantante quien está solo, alejado de toda su familia.
La vida sexual escasa de Kiko Rivera e Irene Rosales
A finales del año pasado los dos aparecieron juntos en televisión después de su participación en ‘GH DÚO’. Allí abrió su corazón de par en par e incluso se atrevieron a hablar de temas íntimos. Kiko Rivera le dijo a su mujer ante las cámaras que tienen una vida sexual escasa.
El DJ no para de trabajar. Este verano ha retomado todos sus compromisos profesionales sin restricciones. El artista viaja por todas partes de España y en casi todas ocasiones se queda a dormir fuera de casa. Irene Rosales pasa el mayor tiempo en casa al cuidado de las dos pequeñas. Entre el trabajo, la distancia y dos niñas es imposible tener algo de tranquilidad para estar en pareja. El propio Kiko Rivera confesó con total sinceridad que con dos niñas en casa “se folla poco”. Y eso que su hogar es grande. El matrimonio vive de alquiler en una casa de 300 metros cuadrados. Pagan 1.000 euros con opción a compra.
Kiko Rivera no tuvo problemas en aclarar que “la que no pone interés es ella”. La joven, más cometida, no quiso entrar al trapo para defenderse. Para rematar el comentario, el hijo de Isabel Pantoja reveló una anécdota familiar como que “para lo poco que lo hacemos, van y nos pillan”, haciendo estallar al público en risas y carcajadas.
En ‘Land Rover’, Kiko Rivera e Irene Rosales se dejaron llevar y se lo pasaron en grande. De hecho, incluso participaron en un sketch en el que se disfrazaron de novios, y allí la andaluza dejó claro que no se casaría por la iglesia, aunque a su marido le hace mucha ilusión.