La MET Gala 2022 se convirtió en uno de los eventos de moda más polémicos de los últimos años. Además de los incontables desatinos a la hora de elegir un look que representara a la perfección la temática ‘gilded glamour’ de los años dorados de Hollywood, siendo Kylie Jenner una de las peores vestidas de la gala, también llamó especialmente la atención el vestido elegido por Kim Kardashian para asistir a este evento. Y es que, tratando de tomarse muy en serio el dress code de la gala, la socialité decidió usar el vestido original que lució Marilyn Monroe para cantarle el feliz cumpleaños al entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy en 1962. Esto hizo que muchas personas la criticaran por usar, irresponsablemente, un vestido con tanto significado histórico. La socialité recibió tantas críticas en ese momento que a día de hoy se sigue justificando.

La elección de este vestido generó un profundo debate en las redes sociales, no solo por el valor de la prenda y el estado en el que lo dejaría al usarlo, sino también por la dieta extrema a la que sometió para poder caber en el vestido. De acuerdo con Kim, ella perdió siete kilos en menos de tres semanas, y todo este esfuerzo para poder usar el vestido durante “10 minutos”, o por lo menos es lo que ella indicó en el último episodio de su reality show, ‘The Kardashians’.

Kim Kardashian con el vestido de Marilyn Monroe

Kim Kardashian explica, nuevamente, que cuidó muy bien el vestido de Marilyn Monroe

En uno de los clips, filmado un día antes del evento, la CEO de Skims explicó que no podría terminar de arreglarse en el hotel, dado que no quería arriesgarse a dañar el vestido de camino a la alfombra roja. “Van a tener que poner barreras para sacarme del hotel en bata”, indicó la más famosa de las Kardashian. “Están poniendo un vestidor en la alfombra roja y me lo voy a poner allí. No puedo sentarme en un coche. No puedo arriesgarme. Es tan frágil. Nadie puede tocarme. Si alguien me toca y mancha el vestido con aceite… es demasiado arriesgado subir al coche y salir del hotel”, explicó, demostrando que realmente se preocupaba por mantener intacto el vestido de Marilyn Monroe.

Además, la ex de Kanye West resumió cómo había sido el arduo proceso al que se sometió para poder usar el vestido de la actriz más icónica de Hollywood por un lapso de 10 minutos, tiempo suficiente para hacer historia en la MET Gala. “Así que todo esto: perder peso, teñirme el cabello durante 30 horas, salir del hotel en bata, llegar allí, cambiarme en la alfombra roja, simplemente caminar hasta la parte superior de la alfombra roja y luego ponerme una réplica del vestido porque no puedo arriesgarme a sentarme en él y cenar, es todo por unos diez minutos de mi vida", contó Kim. Así que, Kim Kardashian solo posó con el vestido original en la alfombra roja del evento, por lo que el vestido con el que se le fotografió en el transcurso de la noche era en realidad una réplica.