No es secreto para nadie que Madonna es una celebridad muy controversial. Ella misma ha indicado que sus acciones le han causado la excomulgación de la iglesia católica en tres ocasiones y la prohibición de sus shows en algunos países del mundo. Sin embargo, estos no han sido los únicos problemas que ha tenido la ‘Reina del pop’ con personalidades importantes, dado que hace algún tiempo estuvo involucrada en una riña diplomática con el alcalde de Lisboa, Portugal.
Desde 2017 hasta 2019, la intérprete de ‘Vogue’ estableció su residencia oficial en el Palacio Ramalhete, una edificación del siglo XVIII, con unas hermosas vistas y una encantadora decoración, en la capital portuguesa. El lujoso palacete se encuentra ubicado en el histórico barrio de Santos, un lugar hermoso, pero con unas calles muy estrechas, que resulta un verdadero dolor de cabeza a la hora de encontrar sitio para aparcar los coches. No obstante, Madonna considera que eso no debe ser un problema para una celebridad de su categoría, por lo que decidió aparcar sus 15 coches, algunos de ellos de su equipo profesional, en las diminutas y estrechas calles del barrio de Santos, pero a veces también se le ha dificultado encontrar algún lugar, algo que le parece realmente inconcebible.
Muy indignada y alterada, la cantante se acercó al Ayuntamiento de Lisboa para presentar una queja formal sobre la dificultad de aparcar su gran flota de coches en las calles cercanas a su Palacio. El alcalde de Lisboa, Fernando Medina, intentó encontrar una solución para cumplir las exigencias de Madonna, pero se encontró con una junta de vecinos enardecidos que estaban en total desacuerdo en tener que ceder este espacio para que una sola persona pudiera aparcar libremente, por lo que le negaron su petición.
El director del Museo Nacional de Arte Antigua, António Filipe Pimentel, afirmó lo siguiente: “No tenemos espacio como para 15 coches. Bastante dificultad ya tenemos con las cargas y descargas de las obras de arte que entran y salen del museo. Este pedido fue, cuanto menos, extravagante”. Para cumplir con las exigencias de la cantante y no desatar una guerra con los vecinos del lugar, el Ayuntamiento decidió que le cedería el patio trasero del Palácio Pombal, un enorme edificio del siglo XIX que es propiedad del municipio, para que la cantante lo use como garaje personal y sin tener que pagar ni un solo céntimo por ello.
Esto también generó una gran molestia en la población portuguesa, dado que consideraban que era una verdadera ‘injusticia’ que no se le cobre absolutamente nada a la intérprete de ‘La Isla Bonita’. Ante el aluvión de críticas, el Ayuntamiento anunció que a la cantante se le cobrará 720 euros mensuales por aparcar sus 15 coches en terreno municipal. Esta cifra es un pago simbólico si se tiene en cuenta la fortuna de la artista, pero a los pobladores del lugar les ha parecido una falta de respeto que ella pague 1,50 euros por coche por día, mientras que un vecino promedio debe pagar 1,20 euros por hora.