En el mundo del entretenimiento, una gran cantidad de estrellas infantiles han sufrido a causa de la presión generada por la fama y la constante exposición ante los medios de comunicación y las redes sociales. Muchas de ellas sufrieron abusos y explotación laboral, por lo que terminaron refugiándose en las drogas y en el alcohol, adicciones que casi acaban con sus carreras y con sus vidas. Este es el caso de Drew Barrymore, la actriz que con tan solo 10 años ya había consumido una gran cantidad de sustancias ilegales con el permiso de sus padres. Sin embargo, recientemente ha sorprendido a todos sus fans al confesar que su madre le tenía terminantemente prohibido consumir azúcar, por lo que tampoco pudo disfrutar de su infancia como cualquier otro niño que le apetece una golosina.

Fue a través del último episodio de su podcast ‘Drew’s News’, en el que la actriz de ‘E.T. el extraterrestre’ desveló nuevos detalles sobre su difícil pasado y la relación con su madre, la también actriz de origen húngaro, Jaid Barrymore. En esta última entrega, la actriz invitó a su amigo, el actor Rob Lowe, para hablar sobre diferentes temas, siendo uno de ellos la educación de los niños. Durante la charla, llegaron al tema del consumo de azúcar en edad infantil, y aunque ambos tenían diferentes percepciones sobre ello, lo que más destacó en la entrevista fue el propio testimonio de Barrymore sobre su relación con el azúcar durante su infancia: “Mi madre no me dejaba consumir azúcar. Studio 54, marihuana y el alcohol estaban bien, pero no podía tocar el azúcar”, indicó Drew.

Ante la sorpresa de su invitado, la protagonista de ‘Los Ángeles de Charlie’ decidió explicar un poco más cómo era su dinámica familiar con relación al consumo de ciertas sustancias y la extraña prohibición de su madre. “Todos los demás vicios eran conocidos, pero el azúcar era algo que ocultaba. De verdad que escondía una caja de chocolates en el armario”. De esta manera, la artista volvió a abordar un tema que durante muchos años fue considerado como una especie de tabú en la industria de Hollywood, pero que poco a poco se ha ido normalizando con los testimonios de celebridades como Demi Lovato, Macaulay Culkin, Lindsay Lohan y Miley Cyrus.

Drew Barrymore y su enfermiza relación con su madre

De acuerdo con sus declaraciones, la actriz ya era adicta al alcohol y a algunas sustancias ilegales a los 10 años. De hecho, empezó a consumir drogas fuertes a los 12 años, mientras su madre le permitía irse con desconocidos a fiestas en Hollywood. No obstante, cuando Jaid Barrymore se percató que todo se había salido de control, decidió internar a Drew en un centro de rehabilitación a los 13 años. “Creo que [Jaid] creó un monstruo y ella no sabía qué hacer con el monstruo. Este fue su último suspiro, y realmente estaba fuera de control, y la perdono por tomar esta decisión. Probablemente sintió que no tenía a dónde acudir”, confesó.