Juan del Val y Nuria Roca son la pareja del momento. Todas las marcas quieren contar con ellos porque se han puesto de rigurosa actualidad. Actualmente, la valenciana es la presentadora de ‘La Roca’, el nuevo programa de fin de semana de La Sexta. Su marido es colaborador del mismo. El matrimonio también trabaja en ‘El Hormiguero’. Además, Juan triunfa como escritor y Nuria como actriz. Y ahora que son tan conocidos vamos descubriendo detalles de su vida privada. Por ejemplo, 'El Español' ha podido hablar con Ángeles Pérez, la madre de Juan del Val.
La suegra de Nuria Roca está a punto de cumplir los 81 años, y le encantaría celebrarlo este año rodeada de su equipo de voluntarios y exreclusos a los que acoge. Aunque lo ha llevado siempre de una forma discreta, cuando su famoso hijo ni tan siquiera tenía 10 años, Ángeles Pérez ya se dedicaba a salvar las vidas de las personas más vulnerables que cumplían condena en las cárceles. Ha sido siempre algo vocacional.
Ahora ya sabemos de donde ha heredado Juan del Val ese carácter tan inconformista y reivindicativo. Su madre tuvo claro desde que era tan solo una niña que le gustaría ayudar a los más necesitados. "Desde que tengo uso de razón me da mucha rabia que las personas que menos tienen no se puedan defender”, se sincera con 'El Español'.
Desde que era una adolescente, ayudó haciendo compañía a los enfermos en hospitales. Algunos días hacía voluntariados, pero ella quería ir más allá y acabar con las injusticias. Aunque le daba respeto, ya que siempre se ha considerado una persona miedosa, se adentró en las cárceles. La madre de Juan del Val quiere morir ayudando a los demás, hasta el último día.
Trabaja duro para mejorar la vida de las personas. Ella, a los presos, les llama sus chicos. No se fija en el delito que hayan cometido, ella ve a la persona. Desea que estas puedan contar con una reinserción. Lo hacen en alguna de las seis casas de APROMAR, la asociación que fundó Ángeles hace ya 40 años. Actualmente sigue siendo su presidenta.
La llaman la abuela del millar de presos, y no es para menos. Ella dice que son más y así se lo cuenta a 'El Español'. “Hombre, imagínate, lo que son 40 años, saliendo y entrando personas siempre, porque yo no he dejado de ir a la cárcel nunca en todo este tiempo. Están todos documentados y en los papeles, pero yo no puedo estar viendo los que van y vienen. Normalmente, se independizan alrededor de 20-25 en el año, que salen con trabajo”, cuenta ilusionada y satisfecha con su labor.