Con solo 11 años, Pepa Flores, más conocida para el público como Marisol, ya era una ‘niña prodigio’ en España. Pero para sorpresa de muchos, a los 38 años decidió retirarse. Después de casi 30 años dedicada al mundo del espectáculo, Marisol se apartaba del foco público para llevar una vida tranquila. Esa que siempre deseó, pero a la que sus representantes y ‘padrinos’ no le dejaron llevar.
Ella misma contó el infierno que vivió lleno de “sufrimientos, de angustias y de aprensión que ella no quiere para nadie”. Lo explicó en una entrevista para Interviú realizada por José Luis Morales que en su momento, lamentablemente, dejó a muchos y muchas indiferentes. Si todo lo que explicó se hubiera dado hoy en día, la consternación habría sido mucho mayor.
En la conversación con Morales, Marisol relató cómo se convirtió con el paso de los años en el negocio más rentable de Manuel Goyanes, quien la había descubierto mientras actuaba en la televisión con el Coro de Educación y Descanso. Goyanes llegó a un acuerdo económico con sus padres, la instaló en su casa en María de Molina en Madrid, donde le cambió el nombre, le tiñó el pelo de rubio y le realizó una operación de nariz. Según Flores, se sentía como “secuestrada y que incluso cuando ya era mayor y deseaba conocer a chicos, se lo prohibían. “Y si de los que conocía me gustaba alguno, me lo aislaban inmediatamente. Yo era intocable, ¿entiendes?, era su negocio”.
Abusos sexuales repugnantes a Marisol
Pero lo más escalofriante fue lo que contó acerca de las sesiones de fotos en las que trabajó con un fotógrafo y mutilado de guerra amigo de Goyanes. “En uno de aquellos días que estaba yo en el estudio, el fotógrafo este se puso a desnudarme, a meterme mano por todo el cuerpo y a preguntarme si ya me había hecho mujer. Yo estaba asombradita. Le tenía miedo a todo en aquella casa. Ten en cuenta que no podía ni rechistar. Una vez que se me ocurrió decir que unas fotos no me gustaban y por poco me matan, me montaron una de la que no me olvidaré nunca. Bueno, como te decía, el fotógrafo aquel mutilado nos amenazaba para que no dijéramos nada. Más tarde, un día cualquiera, descubrimos en la cocina muchas fotos de niñas desnudas con vendas en los ojos. Se lo dijimos a Goyanes y se quedó como si nada. Aquella misma noche cuando fuimos a cenar el fotógrafo estaba sentado y muy risueño en nuestra misma mesa”, relató la artista.
Ahora Pepa Flores vive tranquila en Málaga, dejando cada vez más atrás aquella época oscura. María Esteve, hija de la actriz y cantante, habló sobre ella. Fue dos semanas después de que Pepa cumpliera 75 años. “Se encuentra bien de salud. Es lo más importante de todo. Está fuerte, sana y feliz”, aseguró María.