María Teresa Campos se ha vuelto a poner en el punto de mira tras el regreso de Edmundo Arrocet a España. Éste aceptó participar en ‘Secret Story’, el nuevo reality de Mediaset, aunque fue expulsado por la audiencia en su segunda semana. El cómico concedió una entrevista nada más salir de la casa, donde aseguró que prestó 50.000 euros a la comunicadora y nunca le fueron devueltos. Éste dejó entrever que la malagueña estaba ahogada por las deudas, principalmente por los gastos de su lujoso mansión en Molino de la Hoz. Tal y como informamos en este medio, la madre de Terelu Campos ha conseguido vender su casa, aunque por mucho menos de lo esperado. De los 4,3 millones de euros iniciales a 2,5 millones. Pero lo realmente importante era quitársela de en medio.

Mucho se ha especulado durante estos días sobre el preocupante estado de salud de María Teresa Campos. Lo cierto es que estar siempre en el candelero no la beneficia en absoluto. Tampoco la ha ayudado lo más mínimo no tener un programa propio en televisión. No obstante, con el fracaso de su ‘Campos móvil’ se ha dado cuenta de la realidad y ya no quiere volver a la televisión, ahora se conforma con vivir tranquila a sus casi 81 años y que la recuerden como una gran profesional de los medios.

María Teresa Campos desmejorada

María Teresa Campos preocupa a sus seguidores al verla: "Dios mío"

María Teresa Campos se ha dejado más estas últimas semanas. Los fotógrafos la pillaron con el rostro visiblemente cansado, más envejecido y con canas. Una imagen nunca antes visto por la presentadora, siempre preocupada por su imagen.

Las palabras de Terelu fueron las que hicieron preocupar a los espectadores y a los medios de comunicación. Ésta rompió a llorar en directo. "La habéis conocido durante muchos años, su personalidad... Bueno, las cosas ya no son como eran y ya está".

María Teresa Campos con mascarilla

El Español pudo hablar con una buena amiga de María Teresa Campos. "Para ella el pelo es sagrado y verle las canas y el pelo así fue un impacto”, reconoce.

Tras la venta de la casa, María Teresa Campos reaparecía en compañía de Carmen Borrego para acudir a la peluquería. Ésta aprovechó para desmentir todos los rumores de esta última semana sobre ella. Terelu y Carmen Borrego están siempre al lado de su madre. La periodista deja claro que la relación con sus hijas sigue siendo maravillosa.

“Todo mentira”, se limitaba a decir ante los medios para desmentir las acusaciones de Bigote Arrocet. En la última intervención de la comunicadora se limitaba solo a ordenar a su chófer que respondiese por ella a las preguntas de los periodistas. Y le apoyaba a hablar públicamente.

"No me entendéis, desgraciadamente hay mucha gente que no me entiende y se me demuestra que no se me entiende. A mí lo único que me importa es su sufrimiento, no el mío. El mío me trae sin cuidado. Me da igual”, dijo Terelu en ‘Viva la vida’ sobre su madre.

Alejandra también rompió una lanza a favor de su abuela. "Mi abuela tiene 80 años, fin, se ha acabado. La habéis visto, ¿no? Basta ya con la broma, que sí, que aquí estamos todos en la televisión, pero un poco de respeto. Ella no ha dicho nada, ha dicho que no tiene nada que decir de ese señor”.

María Teresa Campos sale de la peluquería / EP

Terelu lanzó entonces una reflexión: "Hay cosas que no han estado en mi mano, eso tenedlo por seguro. Que no han estado en mi mano. Y desde el momento en el que yo intento tener un mayor control, creo que no ha vuelto a ocurrir, ¿no? Ella tenía ese control, la responsabilidad es de ella. Me parecería injusto hacer responsable a alguno de nosotros porque la habéis conocido durante muchos años, su personalidad... Bueno, las cosas ya no son como eran y ya está”.

Lo que está claro es que María Teresa Campos no lo ha pasado bien con la ruptura de Edmundo ni con la cancelación de sus programas. A pesar de sus 80 años, eso le ha hecho perder brillo y alegría. Se nota en su rostro y es que cuando la hemos visto sin mascarilla nos hemos percatado de su importante bajón. "Dios mío", se alarman algunos usuarios en redes al verla tan deteriorada.