El pasado lunes tuvo lugar el quinto programa de ‘MasterChef’. Con la expulsión de Eva en el último cocinado, cada vez son menos los concursantes que se aspiran a conseguir el preciado título de ‘MasterChef España’. A medida que pasan las semanas el público ya tiene a algunos favoritos y el jurado también. Es el caso de Adrián. El talent show se centra mucho en el joven y en su problemático pasado.
Adrián es uno de los concursantes que más abre su corazón semana tras semana. Poco a poco vamos descubriendo más detalles sobre él que ni tan siquiera sus compañeros conocían. Sin ningún pudor ha llegado a confesar su pasado más oscuro. Para él ‘MasterChef’ es como “una segunda oportunidad”.
Adrián confiesa que pasó tres meses en prisión por una pelea
Pepe Rodríguez le preguntó a que se refería exactamente y concretó aún más. Cabizbajo, el concursante confesó que hace unos años solía meterse en muchos problemas. Casi todos los días su padre llegaba borracho a casa y pelearse era su única forma de evadirse. "Las peleas que yo tenía las tenía porque necesitaba desahogarme de casa". Sin embargo, hubo una situación que le cambió la vida. "Una vez, una pelea se descontroló , me defendí y le hice una serie de lesiones, que no tenía dinero para pagarlas. Cuando no tienes dinero para pagarlas, pues me metieron tres meses en prisión". El plató se quedó totalmente mudo tras estas palabras.
El joven se encontraba en un bar cuando se topó con un chico que acababa de salir de prisión, estaba de permiso y buscaba pelea. La etapa en la cárcel fue la más dura que recuerda, de hecho, no se lo desea ni a su peor enemigo. No obstante, se arrepiente mucho de aquella época. "Me arrepiento de cuando me pegaba con la gente y cuando tenía a mi madre en vilo toda la noche". Una lección para todos los presentes, incluso él ha aprendido algo de todo esto. "Piensa antes de actuar. Si te vienen a pegar, vete, no hagas el bobo. Te arruinan la vida, a mí me han arruinado la vida”.
"Lo he pasado muy mal, la verdad, la cárcel es muy dura”. En la siguiente prueba, Adrián ha profundizado en las consecuencias de esta época tan dura de su vida. Se avergüenza porque aún lleva una pulsera telemática en el tobillo. "Una mala suerte se paga toda la vida. Yo llevo dos años con una pulsera telemática en el tobillo y eso me da vergüenza".