Cuando el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron su intención de renunciar a sus roles como miembros destacados de la Familia Real, buscaban principalmente escapar de la implacable atención mediática. Su aspiración era disfrutar de una vida más alejada de los reflectores. Sin embargo, pese a sus esfuerzos por resguardar su vida de la exposición pública, el interés por la pareja sigue siendo constante. Aunque Meghan y Harry llevan años radicados en Estados Unidos, donde creían que encontrarían cierta paz y lejos de la atención mediática, sus deseos de privacidad no se han materializado como esperaban. Y es que, a pesar de sus escasas apariciones públicas y su falta de presencia en las redes sociales -con la excepción de la página web oficial de la Fundación Archewell-, su Mansión en Montecito, California, se ha convertido inesperadamente en una parada turística de renombre. Recientemente se ha dado a conocer la noticia de que el hogar de los Sussex forma parte del "Royal Celebrity Tour de Los Ángeles", un recorrido que permite a los interesados adentrarse en la vida de sus celebridades favoritas.
Montecito revelado: explorando el refugio de las estrellas
Montecito, una exclusiva localidad situada a 140 kilómetros al norte de Los Ángeles, ahora se encuentra en el mapa turístico, por lo que sus visitantes podrán conocer de primera mano cómo viven los famosos que eligieron este rincón para su vida privada. El recorrido ofrece a los turistas la oportunidad de observar la casa de los duques de Sussex, junto con otros lugares frecuentados por la pareja, como sus tiendas y restaurantes favoritos. Además, no solo se detiene en su residencia, sino que también incluye un vistazo a las casas de otras figuras icónicas, como Katy Perry y Cameron Diaz, quienes también han encontrado refugio en esta zona exclusiva del condado de Santa Bárbara, California.
Un vistazo a la lujosa mansión de los duques de Sussex
Montecito, enclavado en la costa de California, era un secreto bien guardado en Hollywood hasta que celebridades como Oprah Winfrey y más recientemente, Meghan Markle y el príncipe Harry, le dieron fama. La zona es conocida por su elegancia discreta y su exclusividad, pero parece que incluso este refugio idílico no puede proteger a los duques de Sussex del interés público, dado que la casa de Harry y Meghan se ha convertido en la joya de la corona en este recorrido. Con nueve habitaciones, 16 baños, un gimnasio, spa con sauna, cine, biblioteca, piscina, un garaje para cinco coches y una casa de huéspedes, la propiedad es un testimonio del lujo que rodea a la pareja.
Hasta el momento, ni Meghan ni Harry han comentado sobre esta situación, ni tampoco han abordado los rumores de crisis que los rodean. Estas especulaciones han cobrado fuerza debido a la ausencia de Meghan en la reciente gira de su marido por Asia. Sin embargo, se espera que ambos aparezcan juntos en los próximos Juegos Invictus en Düsseldorf, Alemania. No obstante, a pesar de su intento por alejarse de los reflectores, la pareja se encuentra atrapada en una irónica contradicción: su búsqueda de privacidad parece haberlos atraído más hacia los ojos curiosos del público.