María Casado recibió una visita muy especial en su programa ‘Las tres puertas’. Después de derrumbarse en medio de una de las entrevistas por los bajos datos de audiencia, la presentadora coge aire y se nota una subida de 3 puntos marcando un 7,3% de cuota de pantalla. En el último programa contó con la visita de Mercedes Milá, un rostro relacionado durante años con Mediaset, y es que la catalana fue la presentadora de ‘Gran Hermano’ anónimos, y desde su marcha ya no ha anotado buenos datos de audiencia. Se le han hecho muchas propuestas para volver, pero nunca ha aceptado. Junto a María Casado ha dado por fin explicaciones y ha hablado abiertamente de todo, incluso de sus problemas de salud mental.
Mercedes Milá sufrió depresión
Mercedes Milá confiesa por primera vez públicamente que ha sufrido fuertes depresiones. De hecho, dejó ‘GH’ porque estaba haciendo frente a una de ellas. Fueron tiempos muy difíciles. Ella llegaba al programa, cumplía con su trabajo y después, cuando nadie la veía, era un mar de lágrimas. Nadie se percató en ningún momento. "He tenido varias depresiones. La primera fue por un desamor muy doloroso, las demás yo creo que sí que han sido por exceso de trabajo y estrés. No podía más... era capaz de estar llorando toda la semana hasta el jueves, levantarme ese día, hacer el programa bien y que nadie se diera cuenta de nada", recordó sobre su etapa como presentadora del reality.
Prácticamente llegó a desaparecer de los medios de comunicación. En estos últimos años sus apariciones han sido esporádicas. Se ha sometido a pocas entrevistas. Fichó con Movistar para un programa de entrevistas muy bonito que compartió junto a su perro, su fiel compañero y quien le ha ayudado a soportar estos difíciles tiempos.
Asegura que si no fuese por la fuerte depresión que padecía no hubiese abandonado el concurso. "Estaba encantada, feliz de la vida. Fue de mis momentos más felices haciendo televisión, y un gran acierto hacerlo", dijo, con una sonrisa.
Ha aprovechado la ocasión para lanzar un mensaje de ánimo a aquellas personas que sufren el mismo problema. La salud mental es muy importante y nos hemos dado cuenta ahora. Teme especialmente por las personas jóvenes por ser más vulnerables. "Que nadie tire la toalla. A pesar de que hay días que tengo la espada de Damocles en la cabeza y todo me parece horrendo y gris, hay otros en los que estoy bien, feliz, y voy por la calle diciendo ‘qué suerte’. La enfermedad mental está rodeándonos cada vez más. Hablo como hablo para ayudar a la gente que está enferma y necesita apoyo. La gente que te quiere, y te quiere bien, también se harta", concluyó.