La vida de Britney Spears dio un giro brutal hace más de un año cuando se liberó de las ataduras de su padre, su tutor legal. Después de muchos años la famosa cantante podía hacer lo que le viniera en gana, y esto fue algo que muchos aplaudieron, ya que verla libre disfrutando de su vida era algo que muchos habían anhelado desde hace mucho tiempo. Sin embargo, las cosas se han torcido un poco para la cantante estadounidense, ya que las drogas han pasado a ser una parte muy importante de su vida, tanto como para acarrearle graves problemas.
Todo en exceso es malo, y sobre todo cuando ya de por sí algo es malo. Las drogas son sustancias tóxicas, algunas más, algunas menos, pero es un hecho, y al parecer la cantante se ha enganchado un montón a la metanfetamina, droga que se ha vuelto la suya favorita por excelencia.
El miedo de la cantante recae en que esta no quería que sus hijos la encontraran con una sobredosis en el cuerpo. Bien sabe que está adicta a la metanfetamina, y por eso su mayor miedo es una sobredosis. Sabe que no puede parar, el cuerpo se lo pide y sus hijos están conscientes que algo no está bien con su madre.
El mal estado en el que se encuentra Britney Spears ha preocupado a toda su familia
El que dio a conocer esta información inicialmente fue el ex de la cantante, Kevin Federline, quién tuvo dos hijos con ella, justamente, los dos hijos de Britney. El asunto es que este contó que su ex no estaba para nada bien y que se había enganchado a las drogas, algo que, de cierta forma, ya era preocupante.
Kevin Federline afirmó que sus hijos habían podido ver el como Britney Spears abría la puerta de su casa para comprar droga tal como si de un paquete de Amazon se tratara, un asunto del que ya hemos hablado con anterioridad. El caso es que ahora la adicción de la cantante es mucho más fuerte y los más cercanos se han dado cuenta de eso, tanto que incluso Britney Spears tiene miedo de que sus hijos la encuentren con una sobredosis.
La cantante está pasando por un muy mal momento, necesita ayuda
Su padre, James Spears, quiere ayudar a su hija. Haya pasado lo que haya pasado. Sabe que la necesita y no pretende dejarla así y menos cuando el miedo de su hija es de lo más racional que existe: tiene miedo de sufrir una sobredosis. Kevin Federline también ha intercedido en este asunto, comentando que la cantante necesita ayuda de cualquier forma, y mucho más de su familia. Él ha admitido que le da pánico, pues sus hijos aún viven con ella y él espera lo peor. Mientras tanto, Britney Spears sigue adicta a la metanfetamina y sus hijos son testigos al cien por cien de esto.