Lucía Bosé falleció hace más de dos años y medio, y tras trece meses después de su muerte la ‘casa azul’, como fue denominado su hogar, ha buscado comprador desde entonces sin obtener éxito alguno. La casa que dejó la actriz italiana está ubicada en Brieva, un pueblo de Segovia que cuenta con apenas 100 habitantes. Su valor ha variado con el pasar del tiempo, de hecho, en principio estuvo a la venta por un precio de salida de 430.000 euros, pero tras el eco que se dio a través de los medios de comunicación decidieron subirlo 65.000 euros más, alcanzando la escandalosa cifra de 495.000 euros.
Sin embargo, tal como explica ABC en sitio web, a pesar de la publicidad que se ha hecho en la prensa sobre la icónica casa, los Bosé no consiguen vender el inmueble de la matriarca y se han visto obligados a bajar el precio en diversas ocasiones. En ese sentido, a tan solo un mes después de anunciarse, la familia rebajó la cifra a 450.000 euros. Después a 405.000 euros, 395.000 euros, 375.000 euros. Asimismo, el pasado mes de junio volvieron a bajar el precio a 345.000 euros y, tal y como ha indicado 'El Español', esta semana ha vuelto a sufrir una caída llegando a los 325.000 euros. Un monto muy distante al que se estableció en un principio.
Por su parte, en vista de la situación, los Dominguín han decidido que hasta que consigan venderla, la casa se encuentra disponible para alquilar en periodos vacacionales por 459 euros la noche (con una estancia mínima de dos). Cabe destacar que la vivienda cuenta con tres plantas que suman un total de 430 metros cuadrados además de un jardín que supera los 300 con un porche, zona chill out y barbacoa. Aunque está situada en el centro del pueblo, las paredes y setos le confieren un extra de intimidad, detalla ABC.
La casa de Lucía Bosé
El hogar de la actriz italiana, Lucía Bosé, destacaba por su excentricidad, característica que también compartía con su dueña quien lució de un impresionante pelo azul por muchos años. De hecho, todo en su vida era de ese color, hasta su propia casa.
Bosé encontró su hogar en Brieva y lo decoró a su gusto. Un estilo profundamente rural, pero con toques de color más llamativos en los que predomina el azul eléctrico. 20 Minutos precisa que los 430 metros cuadrados que tiene la vivienda están muy bien repartidos en tres plantas, con seis habitaciones, un comedor amplio, varios salones, cinco cuartos de baño y una impresionante terraza de 35 metros cuadrados,
De igual forma, hay que sumarles los más de 300 metros cuadrados que tiene el jardín, donde se puede disfrutar de una zona chill out, un porche y una barbacoa equipada, ideal para grandes reuniones, con el color azul predominando en las paredes de piedra. Actualmente la casa pertenece a Alma Villalta, su nieta e hija de Paola Dominguín, heredada de su abuela cuando falleció.