La icónica Pamela Anderson, reconocida por su papel de ‘C.J Parker’ en ‘Los vigilantes de la playa’, ha dado un sorprendente giro a su vida. Abandonando los estándares de belleza impuestos por la industria, Anderson ha decidido abrazar la autenticidad y la belleza natural, renunciando al exceso de maquillaje que alguna vez la caracterizó en las alfombras rojas y ante las cámaras de televisión. Pero este cambio radical no es simplemente un capricho, sino una respuesta profunda a la muerte de alguien muy especial en su vida.
En una confesión a la revista ‘Elle’, Anderson reveló que la muerte de su maquilladora de confianza, Alexis Vogel, en 2019 debido al cáncer, fue un punto de inflexión en su vida. La actriz canadiense reconoció que la pérdida de Alexis la impulsó a reconsiderar su relación con el maquillaje. “Ella era la mejor. Y desde entonces, sentí que, sin Alexis, es mejor para mí no usar maquillaje”, reveló. Este trágico suceso marcó el inicio de su viaje hacia una nueva percepción de la belleza.
A sus 56 años, Pamela Anderson ha encontrado en su elección de un estilo más natural una forma de rebelarse contra las normas convencionales de belleza. “Me di cuenta de que había mucha gente con looks muy maquillados, y me gusta ir a contracorriente”, dijo. Además, recordó cómo en su juventud, los diseñadores le mostraban fotos de iconos como Marilyn Monroe o Brigitte Bardot como inspiración. Ahora, el mundo la mira como fuente de inspiración.
La liberación a través de la naturalidad
El camino hacia una apariencia más natural y auténtica ha sido liberador para Anderson. A través de esta metamorfosis, ha redescubierto su poder y su propia belleza, afirmando que se percató de que había muchas personas que optaban por maquillajes llamativos, por lo que sintió la necesidad de hacer lo contrario. “Creo que todos empezamos a parecer un poco raros cuando nos volvemos mayores. Y medio como que me río de mí misma cuando me miro en el espejo. Y ahí digo, ‘Wow, ¿esto realmente me está pasando a mí?’ Es un viaje, pero en gran parte feliz”, afirmó.
Ni bótox, ni ácido hialurónico
Esta transformación ha quedado en evidencia en una reciente sesión fotográfica para Women’s Wear Daily. En sus propias palabras, ahora se siente mucho más empoderada. “Prefiero mostrar mis pecas... Es divertido envejecer. Es un alivio. Y a cierta edad parecemos más jóvenes y frescas sin maquillaje. Esta soy yo, estoy contenta con quien soy ahora. Es un mundo nuevo y estoy muy agradecida por todo el amor”, expresó en un post en su cuenta de Instagram. Además, confesó que no está dispuesta a someterse a tratamientos estéticos invasivos para eliminar las arrugas de su cara. "Siento que es una declaración de poder porque últimamente me acepto mucho más a mí misma, y me siento muy bien", dijo. Sin embargo, su relación con su aspecto físico no siempre fue tan positiva: “Odiaba mi aspecto, lo odiaba todo. Era muy tímida, y siempre pensé que todo el mundo era guapo y yo simplemente no tenía esa confianza o seguridad en mí misma", recordó en una entrevista con ‘ET Canadá’.