En 2013, Vladimir Putin se divorció de su mujer, Lyudmila, de 64 años, tras 30 años de matrimonio. Dos años más tarde, la ex mujer del líder ruso se casó con Artur Ocheretny, un hombre 20 años menor que ella.  Y aunque muchos pensaron que Putin estaría realmente molesto al ver que su ex mujer rehacía su vida con un hombre mucho más joven que ella, lo cierto es que fue el mismo Putin quien financió la búsqueda de marido para la madre de sus hijas. Además, lo ha colocado en cargos importantes dentro de la administración rusa, algo que ha sido condenado por los detractores de Putin, dado que afirman que esa alianza es una pequeña muestra de la corrupción del Kremlin.

Sin embargo, a pesar de todos los secretos en torno a Putin y su gestión como presidente de Rusia, la jefa de la unidad de investigación de la Fundación Navalny, Maria Pevchikh, ha relatado a través de un hilo de twitter algunos de los secretos más oscuros sobre la ex mujer de Putin y su nuevo marido. Según Pevchikh, Lyudmila Putina ha cambiado su nombre por Lyudmila Ocheretnaya y ha colocado una gran cantidad de bienes a nombre de su nuevo esposo para burlar las sanciones impuestas por Occidente por la invasión de Rusia a Ucrania. Según indicó, la ex mujer de Putin cuenta con dos pisos en Marbella, valorados en 2,2 millones de euros; una villa en Anglet, en la costa atlántica francesa, cerca de Biarritz, valorada en 5,3 millones de euros; y un piso en Davos, Suiza, valorado en poco más de 3,7 millones de euros. La suma de estas propiedades da un total de 11,2 millones de euros, dinero que ha salido de los ingresos rusos, dado que ellos no cuentan con dinero propio.

De acuerdo con la información brindada por Pevchikh, "en los viejos tiempos, era común que los padres de la novia organizaran una dote: algo valioso, como dinero, telas caras o joyas para 'aumentar el valor de la novia", y esta tradición fue financiada por Putin. "Literalmente ha aportado una dote multimillonaria para su ex mujer", indicó la jefa de investigación. Asimismo, la investigación de la Fundación Navalny también encontró varias propiedades de lujo distribuidas en toda Europa, cuya propiedad les pertenece a Lyudmila y a Artur Ocheretny. Según ha trascendido, el dinero que utilizaron para adquirir estas propiedades proviene de Putin y de sus socios corruptos, quienes han utilizado los fondos de los contribuyentes rusos para beneficios personales.

El nuevo marido de la ex esposa de Putin es un amante de la vida fitness

El joven esposo de Lyudmila es un gran apasionado por el deporte, por lo que suele viajar por toda Europa para participar en triatlones Ironman. Además, utiliza el dinero del Centro de Desarrollo de la Comunicación Interpersonal, el cual preside desde hace algunos años, para pagar los honorarios de su entrenador personal, Ivan Tsheprasov, los cuales ascienden a poco más de 100.000 euros.  A través de estas declaraciones, Pevchikh solicita a los gobiernos de España, Francia y Suiza la congelación de los bienes de la ex de Putin y de su esposo.