Ha pasado más de un mes desde que se celebró la MET Gala, uno de los eventos más importantes de la industria de la moda. En ese evento, Kim Kardashian hizo historia, pero de la peor manera posible. La socialité decidió usar un vestido histórico de la industria hollywoodense para poder ir acorde al código de vestimenta de este año que era ‘Gilded Glamour’, en referencia a la Edad Dorada de Estados Unidos.
La ex de Kanye West eligió el vestido que usó la icónica Marilyn Monroe para cantar el famoso ‘Happy Birthday, Mr President’ a John F. Kennedy, en 1962, unos meses antes de fallecer misteriosamente. En lugar de usar una réplica exacta del vestido, la empresaria decidió usar el vestido original de Monroe, valorado en casi cinco millones de dólares, pese a las críticas recibidas de parte de los expertos en moda, quienes afirmaban que era una locura que la más famosa de las Kardashian usara este vestido en un evento, dado que podía causarle algún daño… y efectivamente así fue.
El museo a cargo de la colección más grande de las pertenencias de Marilyn Monroe mostró en sus redes sociales todos los daños que provocó Kim Kardashian al usar este vestido, ya que, como se pudo ver en las fotos, le quedaba realmente pequeño a la socialité. El dueño original de esta pieza de colección, Scott Fortner, indicó que hubo daños “significativos” en la prenda, aunque él previamente le había vendido este vestido al museo Ripley 's Believe It Or Not!, pero ahora los acusa a ellos y a Kim Kardashian por haber causado daños a este vestido histórico.
“Tan comprometidos con mantener ‘la integridad del vestido y su preservación’, ¿valió la pena?”, se pregunta Fortner en una publicación en la cuenta oficial de su museo ‘The Marilyn Monroe Collection’. El antiguo dueño de la prenda aseguró que al vestido le faltan algunos cristales, otros están colgando de un hilo y la tela está rasgada en algunas zonas. Este vestido, además de su valor histórico, también es una joya de la alta costura, ya que es un diseño de gasa beige que cuenta con 2.500 cristales de Swarovski cosidos totalmente a mano, una obra icónica del diseñador Jean-Louis. La información brindada por Fortner fue respaldada por una foto que publicó el medio ‘Pop Crave’ este lunes, donde muestran el antes y el después del vestido. En las fotografías se puede ver la tela estirada, precisamente alrededor del cierre a la altura del trasero de Kim, la zona más prominente del cuerpo de la socialité.
Aunque la CEO de Skims usó este vestido unos pocos minutos, el tiempo necesario para posar con él en la alfombra roja de la gala, lo cierto es que causó daños irreparables porque la cremallera trasera nunca logró subir completamente. Posteriormente, Kim Kardashian usó una réplica del vestido para poder moverse libremente en la celebración. Por el momento, la socialité no ha dado ningún tipo de declaración por la acusación de haber dañado el vestido más célebre de Marilyn Monroe, teniendo en cuenta que ella aseguró lo siguiente: “soy extremadamente respetuosa con el vestido y lo que significa para la historia estadounidense”.