Sandra Barneda rompió el corazón de miles de espectadores que estaban enamorados de su relación con Nagore Robles. Era una de las historias de amor más bonitas de la televisión, pero terminó. Los seguidores de ambos pensaron que podían darse una segunda oportunidad pero nunca llegó. La periodista y la colaboradora ya lo intentaron en una ocasión y no funcionó. Han decidido que la mejor decisión es tomar caminos separados, prefieren guardar un gran cariño la una de la otra, antes de llegar al odio.

Nagore Robles y Sandra Barneda

Justo unas horas después del día de los enamoramos comunicaron la noticia. Lo hicieron con una romántica fotografía de ambas cogidas de la mano. “El amor también significa aceptar los finales y dejar ir aunque sea una decisión difícil. Para evitar especulaciones y noticias difamatorias sobre nosotras, hemos decidido de mutuo acuerdo comunicar que desde hace unos meses no somos pareja. Tomamos caminos separados pero deseándonos siempre lo mejor la una a la otra. Por favor os pedimos respeto para ambas en este momento”, escribieron ambas.

En estos momentos ambas están solteras o por lo menos no han querido que trascienda ninguna nueva relación. Ha pasado ya más de medio año desde su separación. Este verano a Nagore Robles se la vinculó con Dulceida, pero ésta lo negó, son solo amigas.

Sandra Barneda se sincera sobre su primera relación 

En una entrevista, Sandra Barneda confesó que antes de enamorarse de una mujer tuvo un novio. "Yo tenía mi novio. Yo me doy cuenta porque me enamoro de mi profesora de la facultad. No sabía lo que era ni lo que me estaba pasando. Le escribí una carta y jamás contestó. Eso fue horrible porque dije: 'joder, te estoy pidiendo consejo", ha añadido.

Sandra Barneda

"A los 15 años, recibí una carta de una compañera de baloncesto. No fui consciente, no lo supe ver. La encontré al cabo de los años en una mudanza. Es una de las cartas de amor más bonitas que me han escrito en mi vida", ha reconocido la televisiva.

En 2014 tuvo la necesidad de explicar que se sentía atraída por personas de su mismo sexo, y vio que no era algo malo. "Sé que en un momento determinado yo era muy incómoda... no por lo que decía, porque públicamente no lo hacía, pero tampoco me escondía. Entonces mi manera de vivir no era políticamente correcta”.

”Decidí tomar el control yo. Se acabó. Empecé a contar. Conté a mi manera y sentí que hasta el propio 'lobby' LGTBIQ+ me criticaba por no haber utilizado la palabra 'lesbiana' en un discurso televisivo. Pero es que no iba dirigido a las lesbianas. Iba dirigido al que nos mira desde un lugar que no entiende. Iba dirigido al 'qué más te da si es amor'. ¿Me rechazas porque amo a alguien igual?", ha añadido.